Son cosas que pueden pasar en los viajes del Presidente. Uno se va a una cumbre bilateral y las noticias nos vienen por todos lados menos de la cumbre bilateral. El lugar, Varsovia. Reuniones varias. El presidente del Gobierno con Tusk, y los ministros con sus homólogos polacos. Las inversiones españolas en Polonia ascienden a 9 mil millones de euros, cifra importante y más en estos momentos. El resultado de los encuentros ha sido positivo para los intereses españoles. Pero si uno se da la vuelta y mira de reojo ve la prima por las nubes, los mercados con el brazo levantado, los recortes en sanidad y educación a la vuelta de la esquina y algo más que no nos esperábamos en este viaje. A lo primero, el Presidente se ha esforzado en dejarlo meriadianamente claro. España y rescate no son palabras que se puedan unir. No existe ni el peligro ni la posibilidad, según Rajoy, de que nuestro país sea intervenido. Y dicho esto, dijo más. Las reformas seguirán. Y seguirán, ha dicho el Presidente, siendo consciente de que habrá críticas. Para Rajoy siguen siendo vitales las reformas y repite, además, que para eso le han votado los españoles. Y en esas estábamos, entre intervenciones reformas y recortes de los que Rajoy no ha querido hablar, cuando Moncloa nos informa a los periodistas de lo siguiente. El Ministro de Industria, José Manuel Soria, ha hecho unas declaraciones a la cámara de televisión oficial del Gobierno y serán enviadas a los diferentes medios. Declaraciones ¿sobre?. Sobre Argentina nos contestan. Y el lío ya estaba en plena explosión. Argentina, Repsol y una amenaza muy directa: las hostilidades hacia España tendrán consencuencias. Así que de Polonia salimos con un titular que no esperábamos y del que nadie nos informó hasta que ya se había producido.