Como si de Starsky y Hutch se trataran, Jesús y Julián alardean de su gran amistad. Así, intentarán ser los dobles de aquel detective totalmente entregado a su trabajo y su compañero de equipo quien no se encuentra en el mejor momento de su carrera profesional.
Julián no cree que los policías mantuvieran una verdadera amistad e intentará demostrar a Jesús que su amistad sí es de verdad por lo que afirma que 'estaría dispuesto a darte uno de mis riñones'.
Pero para Jesús son sólo palabras, necesita hechos que corroboren que Julián es su Starsky particular, que haría cualquier cosa por su amigo.
La ocasión no tarda en presentarse, Jesús confiesa que está loco por la nueva secretaria de Gestenfeiser, pero no será el único ya que el temido chófer de la empresa, Arturo, está dispuesto a luchar con uñas y dientes por la chica.
Julián querrá defender a su amigo a toda costa de lo que podría ser una gran paliza, por lo que intenta impedir el encuentro de su amigo con la secretaria.
Sin embargo, sólo conseguirá acabar con la paciencia del chófer y, cuando necesite la ayuda de Hutch, Jesús no estará dispuesto a dársela ¿será el fin de su amistad?