Marina, la demandante: "Soy la madre de una adolescente, Leire, de 16 años. Como todas las adolescentes tiene curiosidad sexual y yo intento aplacarle esa curiosidad hablando con ella. Sin embargo, hace un mes mi hija y el hijo de Lucía mantuvieron relaciones sexuales. Estoy aquí porque a la mañana siguiente de haber mantenido esas relaciones, Lucía llevó a mi hija a un centro de planificación familiar para que tomase la píldora del día después sin mi consentimiento y a mis espaldas. Me parace bochornoso que una madre tome una decisión como ésta sin consultarme y lo que pido es que su hijo se aleje de mi hija y una indemnización de 6000 euros por los daños morales.
Lucía, la demandada: "Es verdad que mi hijo Rodrigo y Leire salen juntos desde hace un tiempo y sé que mantienen relaciones sexuales porque lo hemos hablado. Aquel día me contaron que el preservativo se había roto y Leire estaba muy nerviosa, tenía mucho miedo y me pidieron que les acompañase a un centro de planificación familiar, así lo hice y lo volvería a hacer. Lo que ocurre es que Leire tuvo pánico a contarle la verdad a su madre".
El veredicto de Gustavo Larraz
"En el Código Civil Español, la mayoría de edad civil son los 18 años. No obsante, hay un artículo que permite a partir de los 16 años solicitar la mayoría de edad. De forma que a los 16 años el menor no tiene plena capacidad para obrar como civil pero sí tienen plena capacidad penal. Por tanto, la edad de Leire es la suficiente para tomar determinadas decisiones como, por ejemplo, la de relacionarse o no con Rodrigo. Deniego la petición de romper esa relación y en cuanto a la indemnización económica que pide Marina, no hay ninguna prueba de que realmente se haya producido un daño moral. Pero a Lucía le voy a decir que ha sido muy imprudente porque debía de haber convencido a Leire para que hablase con su madre. Le ordeno que se abstenga de interferir de nuevo en la relación entre Marina y su hija".