Después de que los especialistas de sanidad animal del Ministerio del Agricultura hayan confirmado que el perro de la enfermera contagiada por ébola tiene que ser sacrificado, decenas de personas de protectoras de animales y partidos animalistas se han congregado a las puertas del domicilio. "Están entrando a la fuerza para llevarse a un miembro de su familia. No hay ninguna evidencia médica de que el perro tenga ébola", ha dicho una de las manifestantes.