La venta ilegal de medicamentos puede llegar a mover 57.000 millones de euros en todo el mundo y ha crecido un 80% en el último año. Encontrar anuncios vendiendo fármacos no autorizados por la Unión Europea o quedar con narcotraficantes que venden este tipo de medicamentos en la calle es más sencillo de lo que parece. El aumento de este negocio clandestino se debe a que el castigo es mucho menor que el de venta de droga y a que el margen de beneficios es hasta un 25% superior.
Con una simple llamada, Raúl, el reportero de investigación del programa de Ana Rosa, consigue quedar con un traficante de medicamentos ilegales que se anuncia en una web. Asegura que consigue Viagra sin receta y da a entender que es propietario de una farmacia. Además, explica que hay un vacío legal que le permite vender este medicamento sin correr riesgos.
Tras haber quedado con un vendedor callejero de Viagra, el reportero de 'AR' busca un traficante que venda Kamagra, una peligrosa imitación fabricada en la India. Después de encontrar otro anuncio en internet, Raúl intercambia varios mensajes con el traficante y concierta una cita. El vendedor ilegal aparece en moto y le explica que vende una alternativa similar al Kamagra. Las últimas informaciones sobre el riesgo de esta medicina han hecho que desaparezca del mercado. Él vende Cenforce, otra imitación india del medicamento para la disfunción erectil que tampoco está autorizada en España. Asegura que la compra para su consumo propio y que vende una pequeña parte de sus pastillas, un truco para que la policía no les detenga por tráfico ilegal. Tras dar varios consejos sobre el consumo, vende por 50 euros un blíster de 10 pastillas, casi al doble del precio que se oferta en los anuncios de internet.
Ya en el plató de 'AR', el reportero que ha investigado este asunto asegura que la mayor parte de la venta ilegal se realiza por internet, pero confirma que también hay un mercado negro en la calle similar al de los camellos con las drogas. A pesar de que el Viagra es el medicamento estrella, estos traficantes también ofrecen esteroides, anabolizantes y medicamentos no aprobados de tratamiento para enfermedades graves.