"Hoy quiero confesar que ya estoy muy cansada", cantaba Isabel Pantoja en su concierto de este viernes en Málaga. La tonadillera hizo de tripas corazón y ajena a la noticia sobre su implicación en el 'Caso Malaya' subió al escenario. Sólo dos días después de que saltase la noticia y tras su caída en el concierto del pasado sábado en Galicia, la que fuera mujer de Paquirri se armó de valor e hizo esta declaración de intenciones ante 2.500 personas.
"En el último momento se vendieron 500 entradas", ha comentado Luis Rollán. Y es que daba mucho morbo ver a la ex pareja de Julián Muñoz cantando a sólo unos kilómetros de Marbella. "El concierto estaba lleno y eran muchísimas las muestras de cariño", ha continuado el colaborador de AR.
Ganar dinero sí o sí
Esas muestras de cariño son las que espara Isabel que se dejen ver a lo largo de "la loca carrera de conciertos" en la que inmersa. Y es que, según 'El Mundo', en los últimos años la cantante ha dado una media de 25 conciertos anuales y en lo que llevamos de 2010 ya ha superado esta cifra. Por lo visto, ésta es la forma más rápida de "hacer caja". De hecho, este diario apunta a que con esta gira se embbolsaría 2,5 millones de euros de los 3,6 que pide el fiscal para evitar la cárcel.
'La Otra Crónica' señala también que la tonadillera "negocia una exclusiva para evitar la cárcel" por la que podría cobrar hasta 600.000 euros. Mientras Isabel Pantoja no dice nada y se niega a hacer declaraciones ante las cámaras. Basta con escucharla cantar para saber qué es lo que piensa.
"El pacto de conformidad es posible, se hace y se puede usar", ha explicado Paloma García Pelayo, quien ha asegurado que el artículo tiene "sus fuentes" contrastadas. Según la colaboradora de AR, "para que haya un pacto tiene que reconocer el delito y decir soy culpable, sino no hay pacto".
Julián y Mayte se ven las caras
Tampoco Julián Muñoz ha cambiado su agenda tras conocerse que él se enfrenta a siete años de prisión. El ex edil estuvo este fin de semana en la Comunión de su nieto, donde coincidió con su ex Mayte Zaldívar.
Julián se mostró tarnquilo y dejó enterrada el hacha de guerra. "Es un día familiar y entrañable y el cariño queda, indiscutiblemente", aseguró.
Mientras, Mayte Zaldívar, también procesada en la causa, no se mostró del mismo modo. "Las aguas han vuelto porque tenemos tres nietos, tenemos dos hijas y vamos a hacerlo lo mejor que podamos", aseguró a la prensa. Para ella no hay reconciliación posible ni nada que se le parezca: "Es así porque es un día especial".