"Todo lo que dijo es incierto y ya está en manos de mi abogada" , ha dicho Silvia muy molesta en referencia a las insinuaciones hechas por Ainhoa en Debate de Gran Hermano. Enfadada con la actitud de la que ha sido su compañera de concurso durante apenas dos semanas, la malagueña ha querido dejar claro que ella nunca ha hablado mal de nadie desde que salió del reality hace ya diez años, pese a que no le han faltado oportunidades y se muestra muy irritada con que Ainhoa, quién no la conoce de nada, haga manifestaciones tan íntimas sobre su vida.
"La foto de mi hijio nunca ha salido, y cuando entré en la casa la dejé dentro del confesionario. Que venga esta chica que no me conoce a decir mentiras... Como ha mentido la voy a denunciar ya que durante siete años nunca he faltado al régimen de visitas que tiene mi hijo. De la vida privada de mi hijo no se habla y se hablará cuando sea cierto. Que me digan que no ve a su padre es un insulto. Una madre que ponga de moneda de cambio a su hijo no es buena madre", ha dicho visiblemente alterada cuando se ha mencionado a su hijo Hugo en televisión y tras aclarar que el pequeño ha permanecido estos días con su padre, su familia y su actual pareja.
La malagueña ha querido dejar claro que en ningún momento ni Israel ni ella han hablado mal el uno del otro y que a pesar de haberse separado de él durante el embarazo ambos decidieron aparecer ante los medios juntos a su salida del hospital. Sin embargo, Silvia ha confesado que nunca hubiera entrado en la casa con su ex. "No hubiese entrado con Israel porque no tiene nada que ver compartirlo con un amigo que con tu ex."
¿Ainhoa e Israel?
Según ha comentado Silvia, algunas de las declaraciones realizadas por Ainhoa sólo es posible que las supiera a través de una persona muy cercana a ella, lo que le hace sospechar que pudiera haber mantenido alguna relación con Israel, su ex. "En la casa hizo un comentario que sólo podía saber gente muy privada y ya no supo como salir. Además me dio a entender que en uno de los bolos tuvo lío con él".
La convivencia en 'Gran Hermano: el reencuentro'
Zanjado el tema de Ainhoa, Silvia ha querido destacar que su entrada en 'GH: el reencuentro' se produjo porque sabía que al concurso le quedaban apenas unos días. "Entré porque sabía que eran dos semanas. A mi me gusta mi vida y en la casa había falta de respeto continuas".
Su carácter hizo que el enfrentamiento con Ainhoa no tardara en estallar pero ella no le dio mayor importancia, ya que como ella misma ha confesado "no le hacía caso". Sin embargo, Silvia era consciente de que no era santo de la devoción de algunos de sus compañeros y que las críticas se producían a sus espaldas. "Nadie me lo decía a la cara y yo no me ofende porque me da igual."
A pesar de todo, Jorge y ella quedaron segundos, posición que satisface a la malagueña. "Creo que hemos tenido un segundo lugar muy digno. A Jorge no le ha beneficiado estar solo esa semana ni los comentarios que hizo María José".
Su relación con María José Galera
Sin embargo, Ainhoa no ha sido su única enemiga dentro de la casa. María José Galera también ha sido una de sus grandes rivales pero Silvia ha querido dejar claro que en ningún momento se ha metido con la ex compañera de Jorge sino que se limitó a hacer un comentario sobre su relación. "Hace diez años, Jorge estaba loco por ella y yo veía que María José era más hecha y no era tan espabilada. Eso es una realidad", ha dicho Silvia quien no ha dudado en asegurar que el pasado de María José le había dado un bagage que él no tenía. . "Ese trabajo te da una vida que no te lo da otro trabajo."
Silvia no va a dar platós a Ainhoa
Enfadada con todo lo que está ocurriendo, Silvia ha dejado claro que no piensa enfrentarse a Ainhoa en ningún programa. "Esta chica quiere hacer platós y no me voy a sentar con nadie porque no tengo ningun problema personal con nadie. Lo único personal se va a resolver en los juzgados", ha revelado la concursante mientras confesaba que ya dentro de la casa se especulaba sobre los programas que iban a realizar tras su salida.
" A tres días de terminar estábamos comiendo y en la sobremesa sólo se hablaba de quién se va a sentar con quién y cuánto dinero se va sacar. Eso no es malo mientras no se meta a nadie que no quiere".