Un ejercicio de sinceridad absulata. Eso es lo que Alfonso Guerra ha hecho en 'Una página difícil de arrancar', el tercer volumen de sus memorias y el que más le ha costado escribir al exvicepresidente del Gobierno, que asegura que él no califica a nadie en su libro sino que se limita a exponer una serie de hechos de los que él fue protagonista principal. "Yo dejo que cada lector saque sus propias conclusiones. Yo no califico a nadie, ni al juez, ni al político... Narrando lo que uno ha vivido se puede provocar no miedo sino intranquilidad porque las colectividades humanas tienen grandes defectos. El ser humano trata de buscar lo más agradable de su vida y descender unos escalones en el infierno forma parte de la vida y uno tiene el deber de narrar aquello que no funciona bien", ha dicho Guerra, que ha asegurado que entregar el libro fue un gran alivio. "Sabía que iba a sufrir, que me iba a provocar dolor y sufrimiento. Quería contar la verdad pero no quería molestar a nadie pero cuando entrego el libro, comprendo que ha sido un efecto terapeútico, me ha liberado."
Guerra y González siguen siendo amigos
En 'Una página difícil de arrancar', Guerra habla de su última etapa junto a Felipe González. Él niega el distanciamiento como amigos y asegura que lo suyo fue un tema de discrepancias polílticas, nada más. "Divorcio quizá sea una palabra muy fuerte. La amistad no se rompió, sigo siendo amigo de Felipe González y nunca le retiraré la amistad. Siempre tuvimos discrepacncias políticas y llegó un momento en el que la discrepancia era más grande", ha dicho Guerra.
"Yo soñaba con una sociedad, con una democracia"
Alfonso Guerra ha recordado como fueron sus inicios en política. "Yo no soñaba un partido, yo soñaba una sociedad, una democracia. Fui al partido porque me orientó un poeta que me habló de Pablo Iglesias. Cuando me acerqué a la política vi que había algunos a los que no podía entrar porque funcionaban como una iglesia y yo fui a lo me pareció que era lo más cerano a mi pensamiento. Yo no había soñado la existencia de un partido. Yo había soñado la libertad, el movimiento libre por Europa... Yo era lo que había soñado y mucho de eso se ha conseguido en estos 35 años", ha explicado Guerra, que ha reconocido que sigue siendo un romántico. "La visión de antes era más romántica. Ahora es más práctica, pragmática. En el camino se han perdido sentimientos pero se sabe más de los problemas reales, de la economía... Pero yo mantengo esa visión romántica de que hay que plantear las cosas con radicalidad, que viene de tomar las cosas por la raíz. La política es difícil pero hay cosas que son muy fáciles y no se hacen."
Rubalcaba, el líder que tiene el PSOE
Si Rubalcaba es el líder que necesita el PSOE o no, no tiene importancia para Alfonso Guerra, que prefiere no pronunciarse. "Es el líder que tiene el PSOE y para los próximos años depende de su voluntad y de que el partido lo apoye pero no hay candidatos... La historia del PSOE es larga, es el partido más antiguo de España. Ha habido muchos secretarios generales, unos han dejado más huella y otros menos. La historia dirá si su paso por el partido es un paso que dejará huella o no", ha dicho Guerra, que ha explicado que su relación antes de su elección como secretario general apenas tenía relación con Alfredo Pérez Rubalcaba.
Al margen de si Rubalcaba es el líder adeucado, Alfonso Guerra ha asegurado que no es partidario de que se produzcan nuevas primarias en el partido. "Más allá de la persona que ocupe una secretaría general y del partido, no parece razonable que si se hace un Congreso a los seis meses los que perdieron la votación quieran hacer otra votación. Tiene que haber una aceptación del triunfo y de la derrota. Romper la regla me parecce una frivolidad, con Rubalcaba o con cualquiera y en cualquier partido. No me parece serio ni limpio", ha dicho Guerra que cree que estamos en un momento de retroceso. "Ahora estamos en otro cambio, vamos hacia el siglo XVIII pero peor porque hemos saboreado que se puede vivir en el XX y el XXI. Vamos a por el XVIII a marchas forzadas."
El lobby gay en el Vaticano
Socarrón. Así se ha mostrado Alfonso Guerra tras conocer que el Papa ha reconocido que existe un lobby gay en la curia. "¿Ahora se ha enterado? ¿Con los miles de procesos con los niños que hay en el mundo se ha enterado esta mañana? ¡Vaya asesores!", ha dicho Guerra, que ha asegurado que el Papa Francisco está más cercano a su pensamiento que otros papas anteriores. "La Iglesias está en un proceso complicado. La iglesia no es un organismo democrático y si se hiciera democrática se hundiría bastante porque se les quitaría un aura de misterio. El cambio a este Papa también reduce ese misterio. Está más cerca de lo que yo puedo pensar, es más normal."
"El papel de Don Juan Carlos es incontestable"
En un momento en el que la familia real está en el punto de mira y le llueven las críticas, Alfonso Guerra ha destacado el papel de Don Juan Carlos. "En el libro digo lo que ha hecho. Es incontestable. Ha participado y contribuido en la recuperación de la democracia y el 23F su posición fue clave", ha dicho Guerra, que ha asegurado que si la familia real está en el punto de mira es por la actuación de una persona que ha emparentado con la Casa Real.
"No me interesa lo que puedan contar ni Bono ni Aznar en sus memorias"
José María Aznar y José Bono son otros de los políticos de nuestro país que ha publicado sus memorias. Alfonso Guerra reconoce que no las ha leído y asegura que no tiene ninguna intención. "No he leído ni las de Bono ni las de Aznar. No me interesa nada lo que puedan contar. Uno tiene olfato, huelo los libros y sé por dónde va la cosa y no tengo interés", ha dicho Guerra, que ha explicado que las memorias de Suárez, que le confesó en 2002 que estaba perdiendo la memoria, hubieran sido muy intersantes. "En el libro cuento una historia que me pesa. En una ocasión, el diez de abril de 2002, en la Academia de la Historia, después de la presentación de un libro, le dije a Adolfo Suarez que cuando iba a publicar sus memorias y me dijo que estaba perdiendo la memoria y que no iba a escribir nada. No le creí y muy poco después perdió la memoria. Me pesa no haberle creído en ese momento tan trascendental de su vida. Las memorias de Adolfo hubieran sido extraordinarias", ha dicho Guerra, que ha asegurado que haciendo una exposición encontró una parte de esas memorias en una carpeta que contenía las fichas de todas las conversaciones que habían tenido Alfonso y todos sus hombres con los procuradores de la corte franquista para que votaran a favor de la reforma política.
El órdago de Mas
Tras las últimas declaraciones públicas de Artur Mas confirmando su compromiso con la agenda soberanista pero reiterando al PSC y al ERC una oferta para hacer un gobierno de unidad, Alfonso Guerra es contundente. "No dice la verdad. Su órdago es decir yo impongo un nacionalimso orgánico y el que se salga un milímetro está condenado. Las elecciones pasadas si que fueron una encuesta, fue con un programa soberanista y perdió doce diputados. Hay organizado un nacionalismo orgánico que impone un criterio a toda la población. A mí no me sorprende que en una sociedad cualquiera aparezca una corriente popular que quiera cambiar las cosas y lo que quiere es que le oiga el poder. En Cataluña ha ocurrido lo contrario. Es el señor Mas el que dice que le escuchen porque vamos a la independencia, al sobernaismo."
La posición del PSC
Respecto a la posición del PSC, Guerra se muestra preocupado. "Mi preocupación es que en Cataluña tiene que haber una oferta socialistas y no estoy seguro de que la haya tal y como va el partido. La contaminación nacionalista está llegando a todos los partidos... Yo eso lo he planteado en el grupo parlamentario, si la oferta socialista en el grupo parlamentario y he sido muy claro. Si llega un momento en el que la oferta socialista no se produce, usted tiene que plantear otra oferta. Tengo el derecho a ser escuchado pero no a que se haga lo que yo quiero" no se produce tiene que haber otra oferta", ha dicho Guerra, que fue presidente de la comisión constitucional en el Congreso cuando se aprobó la reforma del Estatut y nunca se planteó retirarse. "Yo no tiro la toalla ni bajo agua, puedo ser un derrotado pero no un cobarde. Todo surge cuando Ibarretxe y Maragall se lanzan a cambiar aquello hacia el estado independiente asociado, que decía Ibarretxe. Se lanzan cuando Fraga dice que el Estado tiene que retirarse de la administración autonómica. Eso les dio alas e inician el proceso. Yo repito diariamente que hay que ver lo que están haciendo en Cataluña, no fui escuchado. Cuando hicieron el Estatuto, que todo el mundo sabía que no estaba dentro de los márgenes de la Constitución, el PP no quiso entrar a negociar. Cuando el Estatuto sale del Congreso con 118 artículos modificados y 17 disposiciones modificadas, el PP dice que es el mismo estatuto que llegó a la Cámara. Yo advertí que había 12 artículos que no habían sido modificados que iban a tener problemas en el tribunal. Me dijeron que no se podía tocar y el Tribunal ha rechazado 14 artículos. Yo no podía tirar la toalla, yo quería llevar el Estatuto al orden constitucional. En 118 artículos y 77 disposiciones lo conseguimos pero en 14 no", ha dicho Guerra, que prefiere no pronunciarse sobre posibles candidatos a las primarias. "Eduardo Madina me parece un chico estupendo que tiene muy buen discurso . En este momento no hay candidatos y no tengo que apoyar a no candidatos. Carme Chacón tiene un problema que su partido dice que es un partido diferente al PSOE y eso es un problema para ser secretaria general de un partido. Para el PSOE el PSC es el PSOE y al revés no."
José Antonio Monago, más demagógico que generoso
Tras anunciar una bajada de impuesto, Monago se ha convertido en actualidad política. Guerra cree su postura es demagógica. "Está más demagógico que generoso. Sólo encuentran manera de afirmar su personalidad, a veces débil, negando el resto de España. Esto es utilizar la demagogia para afincarte en un lugar diciendo a los de tu lugar que eres el Cid Campeador y que eres capaz de arrasar a tus jefes con 23 euros."
Los EREs en Andalucía
Respecto a los EREs fraudulento, Alfonso Guerra se ha mostrado muy crítico y ha asegurado que hay que llegar al fondo de la cuestión. "Cuando hay un señor que mete en una lista a un señor que no tiene derecho me parece un delito gravísimo y tiene que pagarlo. ¿Quién denunció eso? El Gobierno de la Junta de Andalucía, que parece que se olvida y que no se pongan méritos gente que no los tiene. Es de tal gravedad que hay que ir al fondo y castigarlo pero sin hacer operaciones extrañas", ha dicho Guerra, que considera factible que Chaves no estuviera al tanto. "¿Se puede concebir que un señor que era director general esté aconchabado con personas para meter a personas que no tienen derecho y no se entere un presidente o un consejero? Se puede concebir. Si no llega al conocimento de un responsable político... hombre, la exigencia política es muy complicada. Pero hay que esperar a la sentencia y si ésta dice que alcanza al conocimiento de alguien, la responsabilidad debe ser exigida al máximo."
La distancia entre los ciudadanos y la política
Una de las grandes preocupaciones de Alfonso Guerra es la gran distancia entre la política y la sociedad y el desencanto de los ciudadanos con la clase política. "Me preocupa que desde hace tiempo hay una distancia permanente entre la actividad política y los ciudadanos. Pero eso no es de ahora, en 1996 ya dije que la distancia estaba aumentando escalofriantemente porque el discurso va por un lado y la acción política va por otro lado. Yo en 1996 utilicé la palabra desafección. Me preocupa porque que los partidos no den una salida a preocupaciones de la gente es gravísimo porque si se elimina los partidos solo hay dictadura, aún con todos los defectos que tienen los partidos. Hay que abandonar toda tentación de ambigüedad, ser absolutamente claro y hacer un programa que tenga un enganche muy serio con la gente", ha dicho Guerra, que ha revelado que ha recibido un boletín del partido socialista francés, que ha incluido entre sus enmiendas un texto suyo.
"Si Almunia no sale bien parado es porque se mira al espejo y no se gusta"
Entre los personajes que aparecen en el libro de Alfonso Guerra está Almunia, que no sale muy bien parado. "Si no sale bien parado es porque se mira al espejo y no se gusta. Tiene una solución, cambiar", ha dicho Guerra, que cree que los comisarios europeos mantienen una tesis equivocada. "Han optado por entregar las llaves de la economía europea a la agencia de calificación norteamericana; han optado porque el BCE entregue grandes fondos en préstamos a la banca privada al 1% mientras los Estados pagan al 7%; han optado por salvar a los bancos de negocios y reducir, a veces, los depósitos de los apostantes... Yo no soy un experto pero miro la realidad y no puede ser que bajo capas técnicas se robe a la gente."
"José María Aznar, guapo no queda"
José María Aznar también es protagonista de 'Una página difícil de arrancar'. "Yo haría lo contrario de lo que él dice. España está 10 puntos por debajo de la media europea en impuestos y queremos y está bien que queramos tener los mejores servicios pero los mejores servicios con una imposición diez puntos por debajo no es posible. Con impuestos directos e indirectos está por debajo", ha dicho Guerra que considera que los impuestos deben ir repartidos en toda la sociedad en función inversa a la capacidad de la sociedad.
"Una sociedad no puede caminar sin formación"
En plena crisis y cuando muchos jóvenes no podran continuar sus estudios por no tener recursos económicos, Alfonso Guerra ha criticado las medidas que se están tomando. "Es muy injusto y al ser injusto es un crimen que a pesonas que tiene capacidad se les impida el paso al conocimiento por razones económicas. Es una estuipidez . Una sociedad que amputa a la gente con más capacidad intelectual es una sociedad que va a perder. Una sociedad no puede caminar sin formación. Vamos a una sociedad peor si se mantiene lo que está ocurriendo. Esto no puede seguir así. El capitalismo financiero sirve para los grupos financieros, no sirve para la sociedad. Están creando un ejército de parados. Todo esto va a romper por algún lado y no entiendo que los grandes dirigentes del mundo no ven que o ponen una solución o va a explotar muy feamente, con unos rasgos muy violentos", ha dicho Guerra, que asegura que continúa ávido de conocimiento. "Nunca he dejado de tener ojos de cinco años. Miro con los ojos de un niño pequeño al que le interesa todo, lo leo todo. Tengo ojos de niño y eso me da una pasión por el conocimiento."
El hambre en España
Tras las noticias de los últimos días sobre niños que iban al colegio sin desayunar, han saltado las alarmas. Alfonso Guerra que es una cuestión de prioridades. "¿Cómo puede en España carencia para que puedan desayunar los niños y puede haber varios aeropuertos sin aviones que han costado una fortuna cada uno de ellos? ¿Cómo es posible que una sociedad llegue a que haya en Castellón, Murcia, Ciudad Real aeropuertos sin aviones y haya niños sin desayunar? Puede que haya quien diga que esto es demagogia pero yo lo mezclo porque me lo dice el corazón. Es un problema de prioridad. Si los recursos son escasos hay que ponerlos donde hay que ponerlos. Que los niños tengan una nutrición adecuada está mucho antes que tener un palacio de congresos, un AVE... La sociedad comete un error grave confiando en quien no tiene que confiar. Me preocupan mucho esos niños pero quiero ampliar el ámbito. Hay niños que viven y comen del vertedero y que tienen esperanza de vida de 10 años. El corazón dice que no se debe soportar esto eternamente y hay que reaccionar."