"Hay vida después de la comida." Ese es el mensaje positivo que María Patiño quiere hacer llegar a todos los jóvenes que padecen trastornos alimenticios. La bulimia y la anorexia se pueden superar. No es fácil. María Patiño lo sabe. Superar la bulimia le costó varios años y le llevó a estar ingresada en un psiquiátrico, tal y como ha confesado a 'La otra crónica'. "La batalla es muy dura y se sufre mucho por el camino", ha dicho la periodista.
"La comida ahora es un placer"
A María le cuesta hablar de su enfermedad y cuando lo hace es para ayudar a los jóvenes. "Lo que quiero contar es que se puede salir. La comida se convirtió en un infierno y ahora es un placer. Esa posibilidad existe", ha explicado Patiño que no recuerda en qué momento la comida empezó a ser un problema. "No recuerdo el primer día ni el por qué empecé, ni el último. Me presenté a una terapia experimental en Sevilla y fue mi salvación."
"Creemos que no somos buenos para nada"
Los tratornos alimenticios no sólo tienen que ver con la imagen. María Patiño ha insistido en la problemática que hay detrás. La falta de autoestima es un factor fundamental. "Nos da pavor la comida pero hay un sentimiento de castigo porque no soy lo suficientemente buena para nada: no estoy a la altura con mis padres, con mis jefes... Te castigas. Es un problema de autoestima que se puede ir reconduciendo. Se puede salir, tengo una vida supernormal. Lo importante es mirarte al espejo y saber que todos tenemos errores y todos tenemos derecho a que nos quieran."
María Patiño intenta ayudar a jóvenes que sufren trastornos alimenticios
Superada ya su enfermedad y convertida en un personaje público, María Patiño trata de ayudar a jóvenes que sufren trastornos alimencios, a lo que trata de hacer llegar el mensaje de que es posible salir. Su testimonio impacta a los que la escuchan. "Proyecto una imagen de mujer fuerte, crítica, aparentemente valiente y no podían dar crédito que detrás de una personalidad segura hubiese una debilidad como es atravesar esta enfermedad", ha explicado la colaboradora de 'AR', que ha reconocido que no es fácil prestar ayuda. "Me involucro hasta cierto momento porque es algo que me afecta. Creo que no hay que estar constantmente hablando de ello porque te quita mucha energía."