La historia de una desaparición

DÉBORAH ABIZANDA 09/01/2008 13:01

Cualquier abuso, maltrato o injusticia que esté relacionada con un menor, siempre adquiere una relevancia especial en 'El Programa de Ana Rosa'. Tanto si el acosador no supera los 18 años, como ocurre con los casos de agresión escolar, o sea un adulto, todos tienen su sitio y adquieren voz en las mañanas de Telecinco.

Sin duda, el Caso Madeleine ha sido uno de los que más curiosidad ha despertado en la gente por la ausencia de pistas en un principio, el exceso de versiones diferentes después, y la supuesta implicación de los padres en la desaparición de la pequeña.

Del rapto al asesinato

Si bien en un primer momento se barajó la hipótesis del secuestro, llegando incluso a detener como presunto sospechoso al británico Robert Murat, al que se le incautó un ordenador repleto de fotografías de contenido pedófilo, pronto la investigación dio un giro radical. Con el hallazgo de restos de sangre en la habitación donde desapareció Madeleine, comenzó a barajarse la hipótesis de la muerte.

De esta manera se deja de buscar a la pequeña viva para seguir el rastro a un cadáver. Y en este punto es cuando comienza la polémica. La policía portuguesa encuentra olor a cadáver, tanto en las inmediaciones del complejo turístico en el que se alojaban los McCann, como, y esto es más grave, en el coche de estos. A partir de ahí la historia se convierte en un pequeño caos, con numerosos frentes abiertos que dificultan día a día la investigación. Se sospecha de los padres, que son llamados a testificar. Tras horas de interrogatorio, por separado, Kate y Gerry McCann son declarados formalmente sospechosos. Aunque deben permanecer al servicio de la policía, el matrimonio decide volver a su casa con sus dos hijos (a pesar de las reticencias que habían mostrados en otras ocasiones de dar este paso sin la pequeña Maddie).

Es en este momento cuando la declaración de los amigos que compartieron cena con los McCann la noche en que desapareció Madeleine toma especial importancia. Además, la evidencia de que la niña era sedada habitualmente, según confirmaba el análisis de su pelo, no hace sino inculpar a los McCann. Estos, mientras, tratan de aparentar normalidad ante los millones de ojos que siguen inquisitivos, y al detalle, cada uno de sus movimientos. 1Salen al parque con los gemelos; Gerry retoma su trabajo; y refuerzan la enorme campaña de publicidad que han creado con el fin de encontrar a su hija: pulseras, carteles, vídeos con políticos y famosos de por medio, un canal en youtube para desaparecidos, la página oficial, que alberga el blog de Gerry McCann.

Todo un despliegue de medios que hace que mucha gente vea 'falsas Maddies' por todas parte. Así ocurrió el 26 de septiembre, en Marruecos, donde una pareja de Albacete fotografió a una niña que poseía un enorme parecido con la pequeña. La Interpol se puso enseguida manos a la obra. Pero todo fue en balde. Aquella niña no era Madeleine.

Inquietantes similitudes

Entre tanto, la policía lusa que lleva el caso, comienza a perder credibilidad. De hecho 'El Programa de Ana Rosa' anunciaba la existencia de un caso similar de desaparición infantil en Praia da Luz en el que la policía portuguesa fue acusada por los sospechosos (la madre de la niña desaparecida y su tío) de maltrato. Es más, achacan su confesión (a pesar de no haber sido, dicen, los autores del supuesto asesinato), a los métodos nada ortodoxos de la policía. Esta impopularidad, junto con la presión de las autoridades británicas y la enorme insatisfacción de los McCann, hace que el hasta entonces responsable de la investigación, Gonzalo Amaral, fuera sustituido por Paulo Rebelo, más afín a la familia McCann. Tan seguro estaba dicho equipo de la culpabilidad de los padres, que fueron a Huelva con la convicción de que allí estaría enterrado el cuerpo de la pequeña. La sospecha radicaba en un extraño viaje realizado por los McCann a dicha comunidad cuando se cumplían los tres meses del suceso.

Seguimos como al principio

Con el cambio de equipo policial, el dedo deja de apuntar a los McCann. Estos deciden contratar a un detective español que asegura que encontrará a la niña antes de cinco meses. Mientras, se publican las fotos que muestran la habitación en la que desapareció Maddie y de la que se deducen ciertas irregularidades. 2Al parecer, muchas pruebas no pudieron ser tomadas porque los objetos de la habitación fueron enseguida 'manipulados': las sábanas lavadas y el lugar recogido antes de que hiciera acto de presencia la policía.

A día de hoy, las pistas en relación al Caso Madeleine se entremezclan, se confunden y diluyen en un amasijo de informaciones, en su mayor parte manipuladas, por medios de comunicación, abogados, autoridades gubernamentales y el entorno de los McCann. Por mucho que Francisco Marco, el detective español contratado por los padres, asegure que Maddie podría estar de vuelta en Navidad, ya que, supuestamente, están muy cerca del raptor, cuesta creerle. Podemos aceptar, de esta forma, que la pequeña está viva. Con tantas vueltas como ha dado el caso, lo mejor es ser prudentes y esperar a ver cumplidos los hechos antes de gritar victoria.