La familia de Carlos Parra por fin respira tranquila. Después de tres años de lucha, José Ortega Cano ha ingreado en prisión. "Creo que está donde se merece. Si desde un principio hubiera hecho las cosas en condiciones, si hubiera dicho la verdad a lo mejor no tendría que haber entrado en prisión", ha dicho Manuela Gurruchaga, la viuda de Carlos Parra, que reconoce que estos tres años han sido un auténtico calvario. "He vivido estos tres años con una rabia, una impotencia y un dolor que no sé lo que realmente me ha molestado."
Siempre han confiado en la justicia
El ingreso en prisión de Ortega permite a la familia de Carlos Parra pasar página y mirar al futuro. "Estábamos deseando que pasara todo. Esto ya es pasado, ahora vamos a un futuro, es otra vida. Hemos cerrado un capítulo muy duro. El futuro no lo sé, vivo al día. No sé como voy a afrontar la vida", ha dicho Manuela Gurruchaga, que siempre ha confiado en la acción de la justicia. "Estamos hablando de una desgracia, aunque tenga ese alivio y esa alegría. Estamos hablando de la muerte de una persona pero siempre he creído en la justicia, estaba todo muy claro. Aquí en el pueblo sabíamos quien era Ortega Cano pero mucha gente no ha querido hablar. Si hubiera dicho la verdad hubiera sido otro alivio, no hubiéramos pasado por estos tres años."
Con José Ortega Cano en prisión, a Manuela no le importa lo que haga Ortega, al que espera que no le den el indulto. "No creo que no se lo vayan a dar y espero que no se lo den. Sería de vergüenza", ha dicho Manuela, que desconoce si Ortega cumplirá la pena íntegra y cree que aunque lo haga nunca será bastante. "Nunca será suficiente porque la vida de una persona no tiene precio. Él va a salir, Carlos ya no va a volver", ha dicho Mnauela Gurruchaga, que reconoce que la familia lo está pasando muy mal. "Mi suegra está bastante mal. Tiene 73 años y le han matado a su hijo. Siempre dice que se va a morir con esa pena."
"El perdón ya no me vale, no quiero nada de Ortega"
Mucho más tranquila y con el semblante mucho más relajado y sereno. Manuela Gurruchaga ya puede pasar página. Se ha hecho justicia y ella ya no quiere el perdón de Ortega. "A Ortega Cano no le diría nada, absolutamente nada. Me quedo con mis hijos, mi familia y la gente que me quiere. Ya no quiero el perdón. Ya no viene a nada. Ni me vale, ni quiero, ni nada. De esa persona no quiero saber nada", ha zanjado Manuel Gurruchaga.