No hay continuidad en la grabación, hay varios cortes y algunos de los fragmentos de audios son ininteligibles. Esos son motivos por los que los investigadores de la policía nacional han concluido que la grabación entre agentes del CNI y la policía nacional, donde supuestamente interviene el comisario de asuntos internos, Marcelino Martín Blas, ha sido manipulada.
La conclusión de este peritaje supone un gran revés para Francisco Nicolás ya que era el principal arma de su defensa, que intentaba conseguir la nulidad del proceso con un informe y con esta grabación al entender que se en ella queda patente que se habrían vulnerado los derechos de su cliente, ya que en la grabación se habla de lavar pruebas y reconocerían la existencia de pinchazos.
Los abogados habían solicitado que el peritaje lo hiciese la Guardia Civil
Antes de la realizacion del segundo peritaje, los letrados de Francisco Nicolás solicitaron que en caso de que se hiciese, lo realizara la Guardia Civil porque, según ellos, no se puede ser juez y parte en una investigación y en este caso, el investigado es el Comisario de Asuntos Internos, lo que impide que el informe sea imparcial.
Podría ser imputado por estafa procesal
De confirmarse que las grabaciones están manipuladas, Francisco Nicolás podría sumar el cargo de estafa procesal en grado de tentativa a su lista de imputaciones. Además, la abogacía del estado ya habría pedido que se le impute un delito de revelación de secretos por la filtración de dicha grabación.
La legalidad de la grabación, en entredicho
Además, la legalidad de la grabación está en entredicho. Según fuentes policiales, se entregó el audio por considerarlo ilegal ya que la conversación fue grabada por una persona que no participó en ella. Sin embargo, la defensa de Francisco Nicolás a través de una grabadora en un bolsillo. Esto daría legalidad a la grabación que podría ser clave en este caso.