No se pueden permitir cosas así en un estadio de fútbol y durante la Eurocopa ha vuelto a suceder. La afición croata situada en el fondo, detrás de la portería de Cech, lanzó decenas de bengalas a falta de pocos minutos para el final, cuando su selección vencía a Chequia por 2-1. El árbitro paró el partido hasta que se controló la situación sobre el terreno de juego.
Los jugadores croatas se acercaron a la grada para pedir calma a su afición y que no lanzaran más bengalas al terreno de juego. Los hinchas se calmaron pero se desalojó parte de la grada para poder poner en marcha de nuevo el encuentro. A un operario que estaba quitando las bengalas de los aficionados le explotó un petardo a sus pies que le dejó aturdido. Los checos empataron de penalti tras la reanudación y dejan a España con la primera posición a tiro.