Lucía explota contra toda la casa: "No quiero saber nada de nadie"

  • Lucía, fuera de sí: "¡Siempre soy yo la que se toma las cosas mal y la que todo!"

  • Marta, cansada, cree que si Lucía vuelve a tener esta actitud en la casa le tendrá que llamar la atención

  • Así ha reaccionado Lucía Sánchez después del misterioso robo de un bote de Nutella

La casa de 'GH DÚO' ha saltado por los aires. Y es que Elena decidió esconder la Nutella "hasta nuevo aviso", algo que a Lucía le extrañó mucho, que no tardó en preguntar por ella. "Lo siento, voy a robar en esa habitación. Lo voy a hacer", aseguraba la madre de Adara Molinero. Pero el festín estaba servido...

Lucía estallaba: "¡A mí no me tienen que quitar el bote para decirme cuándo, cómo y con qué me tengo que comer la Nutella!", gritaba la gaditana fuera de sí. Y es que la concursante estaba muy molesta con haber escuchado que iban a robar en su habitación, en la suite donde se encontraba. "¡Da igual cómo haga la gente las cosas! ¡Siempre soy yo la que se toma las cosas mal y la que todo!", gritaba despavorida.

Lucía: "¡Estoy harta!"

Manu le aconsejó que no gritase a la gente así. "No quiero hablar con nadie", señalaba Lucía, muy cabreada. Pero esta estaba completamente fuera de sí: "Siempre tengo yo la culpa. Y siempre: 'hay no lo han hecho mal'. ¡Y nunca tengo la razón porque grito! ¡Y estoy harta!".

Elena no entendía nada, puesto que lo que dijo de robar la Nutella fue de broma: "Y aunque lo hubiera dicho de verdad, ¿tú crees que es para montar ese show? Yo la tengo mucho cariño, pero hay cosas que no se lo voy a permitir ni voy a ir a chuparle el culo a nadie". A Elena le molestaba el 'numerito' que estaba montando Lucía en la casa. Pero ya cuando Lucía estalló del todo fue cuando Mayka le dijo que no le daba la razón aquí: "No quiero saber nada de nadie. Me voy a casa".

Marta, por su parte, avisaba que si sigue montando estos números tendrá que hablar con ella. Mientras tanto, Manuel intentaba apaciguarla: "No te pongas a la defensiva todo el rato". Lucía acabó derrumbándose, como también se derrumbó Elena: "No me gusta ese juego", decía entre lágrimas.