Parece que la cabeza de está hecha un lío. La concursante, que entró por sorpresa en la presente edición de 'Gran Hermano', parece no estar segura de los sentimientos que tiene hacia su chico, mientras que el pobre Rubén no para de contarles a sus compañeros de casa lo mucho que echa de menos a su pareja. Los dos están separados por pocos metros pero no pueden verse, algo que les está haciendo reflexionar mucho, especialmente a ella, acerca del futuro de su relación. Chari
Poco antes de entrar en la casa de Guadalix de la Sierra, la relación de la pareja no pasaba por un buen momento, incluso se habían tomado un tiempo para recapaticar sobre ella. Chari, en un arraque de sinceridad, ha decidido contarle a Mireia lo que le pasaba por la cabeza cuando se enteró de que Rubén iba a formar parte de los elegipos para entrar en 'Gran Hermano'. "Cuando yo no iba a entrar en la casa, supuestamente iba a ir a defender a Rubén. Pero mi idea era, una vez entrara, desentenderme de él y desaparecer de su vida", le aseguraba la profesora de spinning a su compañera.
Chari, que asegura tener un bajón emocional tremendo por la falta de comida y la imposibilidad de no poder hacer deporte, confiesa que está muy preocupada por Rubén. Mireia, en calidad de mujer experimentada, le dice que en las relaciones es muy importante echarse de menos. Pero parece que la preocupación de tiene Chari por Rubén no radica en las ganas que tiene de estar a su lado, ya que termina su conversación con un mal augurio: "yo veo el futuro muy negro".