Durante la semana pasada, Saray pasó varias veces por el confesionario sopesando si debería nominar a Iván o no. Llegado el día de la verdad aún no lo tenía nada claro y se desahogaba con sus compañeras llorando a lágrima viva. “No quiero nominarle pero me dolería que él me fuera a nominar a mí”, explicaba.
Desi y Yesi veían poco probable que Iván la nominara. Esta última le dio un buen consejo a la compungida azafata: “Tu ten limpia tu conciencia. Has pasado tres años con esa persona y tú te preocupas por su bien. Hasta el momento que haga algo malo yo le daría una oportunidad“.
Pero en el momento de la nominación, a Saray se le cruzaron los cables y, además de a Adrián, también nominó a su ex. Poco importa ya, dado que ni ella ni Nacho acertaron las canastas que validaban la votación, lo cual le quitó un buen peso de encima.
Aún así el sentimiento de culpa hizo que Saray buscara arrepentida a Iván y se lo confesara todo. “Me he sentido fatal”, le aseguró, pero él no le dio mayor importancia: “No te preocupes. Porque yo no te fuera a nominar no significa que tú no me tengas que nominar”.
Nobles palabras que sólo hicieron que la muchacha se sintiera aún más miserable el día de su cumpleaños: “Hemos pasado una semana normal y me ha dicho que no tenía pensado nominarme. Eso me ha hecho sentirme un poco peor”.