Bárbara Rey visita el plató para recibir una sorpresa de Diego, uno de sus grandes admiradores al que le une una relación muy especial. Paisano de la famosa vedette y presentadora de Totana, Diego le explicará la iniciativa que ha puesto en marcha: recoger firmas para conseguir que el ayuntamiento de la localidad ponga su nombre a una de sus calles.
Otras historias
Los espectadores de “Hay una cosa que te quiero decir” serán testigos a lo largo de la noche de nuevas y emocionantes historias, como la de Isaac, que con 33 años acudirá al programa con el deseo de recuperar el contacto con su madre y sus hermanos -si los tuviera-, después de que su padre se lo llevara cuando era un bebé junto a su hermano Juan a vivir con él y sus abuelos paternos. A los cuatro años, coincidiendo con la muerte de Juan, Isaac se reencontró con su madre, siendo esta la última ocasión en la que la vio. Ahora, felizmente casado y con dos hijos, necesita saber qué ha sido de ella y recuperar el tiempo perdido.
Juanpe visitará el programa para pedirle a los padres de la mujer de su vida, Mariló -su actual pareja-, que acepten su relación. Ambos fueron novios en su adolescencia; sin embargo, la distancia les privó de seguir adelante con esta relación y acabaron contrayendo matrimonio y teniendo hijos con terceras personas. Sus matrimonios acabaron rompiéndose y retomaron el contacto en 2011, a pesar de que los padres de ella no aprueban su separación y la relación que mantiene con él.
Por otro lado, Aroa, de 20 años, desea volver a ver a su madre y conocer los motivos por los que la abandonó prácticamente recién nacida. La joven se ha criado con su familia adoptiva, a la que su progenitora pagaba una cantidad a cambio de su cuidado. Sin embargo, cuando ella cumplió 4 años la madre de Aroa desapareció. Ahora, la joven desea volver a verla y obtener respuesta a algunas preguntas que le impiden avanzar en su vida.
Por último, Milagros, de 55 años y nacida en Almería, acudirá al programa con la intención de revelar a su primer amor, Juan Ramón -hijo de su tío Juan y producto de una relación que éste mantuvo en Barcelona-, que no ha conseguido olvidarle a pesar de que han pasado 40 años desde que él, a través de una carta, le narrase sus deseos de casarse con su novia, lo que generó una gran decepción en Milagros.