El bebé de Arcos de la Frontera asfixiado por su padre cuando lloraba
Isidro y Sara llevaban dos años juntos y desde el principio buscaron tener un hijo. Sus mensajes en una red social destilaban tanto deseo ante la llegada de un bebé que nadie hoy en Arcos de la Frontera acierta a entender lo sucedido. Esta mañana una terrible discusión en la vivienda alertaba a los vecinos que llamaban a la policía local. Eran las 6:00 de la mañana cuando se escucharon golpes, lloros y gritos en la vivienda de la pareja. Los agentes de policía sin embargo no lograron que nadie abriera la puerta. Tampoco con la llegada de la Guardia Civil se abrió. Dos horas después era el propio Isidro el que hacía pasar a los agentes. Les invitaba con esta frase: "Haced lo que tengáis que hacer". El bebé de ocho meses yacía en el suelo del salón, asfixiado según el primer análisis forense. Un familiar explicaba que el padre le había puesto la mano en la boca para que dejara de llorar, y así se dejaron de oir los llantos del pequeño. La madre había recibido una paliza brutal, según la Guardia Civil, y está hospitalizada. Los vecinos no logran comprenderlo. Se acordaban de los paseos del padre con su hijo, siempre bien cuidado, y la madre feliz con su bebé expresando alegría con sus gestos ya que era sorda. Isidro era viudo y tampoco se le conocen antecedentes por malos tratos. Con Sara no había habido ninguna denuncia o incidente de violencia de género. Este bebé es el número seis de este año que va camino de ser el peor en número de menores asesinados desde que se hacen estadísticas. Hasta ahora el año más negro fue en 2015 con cuatro asesinados y cinco muertes en investigación; Las dos niñas de Moraña, dos hermanos en Villajoyosa y uno en Málaga.