Ferran Savall, hijo del violagambista catalán, presenta su disco en París

En este proyecto, Savall, que ha sabido crear un universo muy personal, mezcla sus propias melodías con obras sudamericanas y canciones catalanas, logrando un resultado que va desde el jazz hasta el rock, pasando por el flamenco y el soul.

Su nuevo disco responde asimismo a un deseo del autor de mostrar a las nuevas generaciones las melodías catalanas antiguas, ancladas en un pasado nostálgico y que no han sabido enganchar a los más jóvenes.

"Espontaneidad, improvisación y demostración de una voluntad de hacer música con pocas palabras" para poder jugar con los colores y las sonoridades de la voz, destila el trabajo del joven catalán, según su productora Alia Vox.

La dulzura impregna este primer disco, que incorpora además melodías tradicionales de otras culturas como una canción hebrea, una habanera, una adaptación de un poema del austríaco Rainer Maria Rilke y una improvisación titulada "París".

El artista, nacido en 1979, que reconoce que sus padres son guía e inspiración de buena parte de su vida y que de manera inconsciente ha tomado en alguna ocasión el camino de ellos, pretende ahora encontrar el suyo propio.

En el repertorio de este primer disco, Ferran Savall se atreve con una adaptación de "El canto de los pájaros" (El Cant dels Ocells), que Pau Casals convertió en himno de paz.