El Teatro Valle-Inclán acoge 'Naturaleza muerta en una cuneta', un thriller hilarante con altas dosis de realidad

La sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán de Madrid acoge la obra 'Naturaleza muerta en una cuneta', un thriller hilarante con altas dosis de realidad escrito por Fausto Paravidino y dirigido y protagonizado por Adolfo Fernández. La obra se estrena este viernes y permanecerá en cartel hasta el 21 de octubre.

El asesinato de una joven es el punto de partida de esta pieza teatral que ha programado el Centro Dramático Nacional. El hallazgo de su cuerpo en una cuneta lleva al inspector encargado de la investigación a resolver en caso en un tiempo récord: 16 horas, los minutos suficientes antes de que su asesinato trascienda a los medios de comunicación.

El italiano Paravidino construye una trama en la que aparecen hasta 30 personajes, todos ellos encarnados por los seis actores que aparecerán en escena: el propio Fernández, Susana Abaitua, Sonia Almarcha, David Castillo, Ismael Martínez y Raúl Prieto.

En el texto, el autor pretende trascender el género policíaco para constatar una realidad social y denunciar esos asesinatos mediáticos como parte del lado oscuro de la sociedad, unas realidades que aparentemente no han de mezclarse con la "pulcritud" de la clase media.

Pese al trabajo admirable del dramaturgo, que "cautivó" a los protagonistas que ahora representan esta obra, el director ha afirmado este jueves durante la presentación que en esta representación se ha cambiado la "estructura dramática". "Somos coherentes, respetuosos y amorosos con el texto y su autor", ha señalado, aunque, añade: "hemos hecho el viaje que hemos querido".

"De alguna forma, aquí se reivindica la figura de la dirección y la producción, porque cuando asumimos el hecho de poner en escena un espectáculo, de alguna forma ya nos pertenece", ha dicho.

El autor, por su parte, ha admitido que aceptar los cambios que se producen en escena respecto al texto original ha requerido "cierto esfuerzo intelectual", algo que ha superado por completo. "Lo importante no es si la obra corresponde a lo que imaginas, sino si está bien hecha", apunta.

TRASPASAR LA CUARTA PARED

Los intérpretes que participan en 'Naturaleza muerta en una cuneta' se permiten el lujo de poder hablar y reflexionar con el espectador. Es el caso de Almarcha, quien se mete en el papel de la madre. "Tengo más comunicación con el público que con los personajes".

Traspasar esa "cuarta pared" no siempre es posible, pero sí en esta ocasión. "Solo me falta preguntar al público: ¿Tú qué piensas?". De la misma forma, el resto del elenco coincide en esa "apertura" que supone interactuar con quien está sentado en la butaca.

A través de esta licencia, el espectador se sumergirá en esta historia y quedará atrapado por las ganas de averiguar quién es el autor material del asesinato al que asiste. En palabras de Abaitua, "esta es una obra sin pelos en la lengua, no hay otra cosa que verdad".