Codere finaliza su reestructuración, que da entrada en su capital a los acreedores

El objetivo de esta reestructuración era capitalizar los derechos de crédito procedentes en último término de los bonos senior por importe nominal de 760 millones de euros y de los bonos senior por 300 millones de dólares americanos emitidos por Codere.

En virtud de la reestructuración, Codere llevó a cabo una ampliación de capital por 495 millones para capitalizar los derechos de crédito procedentes de las emisiones de bonos senior.

La ampliación de capital se ha articulado mediante la emisión de 2.474 millones de nuevas acciones ordinarias de veinte céntimos de euro de valor nominal cada una de ellas, cuyo desembolso se ha llevado a cabo mediante compensación de créditos.

NUEVO ACCIONARIADO.

Según los términos del acuerdo, el 61,31% de las acciones corresponden a los compradores de nuevos bonos en efectivo, el 19,61% a los acreedores, el 10,01% a las entidades aseguradoras de los nuevos bonos en efectivo, el 4% a los acreedores tenedores de los nuevos bonos de segundo rango, el 2,04% a los tenedores de nuevos bonos de tercer rango, otro 2,04% al coordinador global y un 1,002% a las entidades aseguradoras de los nuevos bonos senior privados.

Por su parte, las accionistas anteriores a la ampliación de capital ven reducida su participación el capital social de la compañía al 2,17%.

El acuerdo establece también que José Antonio Martínez Sampedro y Javier Martínez Sampedro, los hasta ahora principales accionistas del grupo y que seguirán ocupando los cargos de presidente y consejero, respectivamente, invierten en acciones reservadas de Codere tras la reestructuración "para alinear de forma permanente sus intereses económicos", hasta un entorno del 20% del capital.

Además, el grupo de juego privado ha creado una sociedad íntegramente participada, Newco, mediante la transmisión en bloque de la totalidad de su patrimonio.

Codere pone así fin a un largo proceso. En septiembre de 2014, alcanzó un acuerdo para la reestructuración de su capital y su deuda con sus acreedores, que tomarían un 97,78% del capital, con lo que la participación de los accionistas actuales se vería reducida al 2,22%.

El grupo de juego privado ponía así fin a un largo periodo de negociaciones con sus acreedores que se prolongó hasta en 14 ocasiones.