Así lo ha anunciado tras el pleno del Consejo que ha dado luz verde al decreto de reestructuración del sector público valenciano el consejero de Economía, Máximo Buch, que ha detallado que estos cambios supondrán una reducción de plantilla de alrededor del 40% sobre un total 7.555 empleados, unas 3.000 personas.
Con estas medidas, el Ejecutivo autonómico prevé ahorrar hasta 315 millones, 100 de ellos por la reducción de personal, otros 200 por optimización de la gestión y 15 más por "sinergias".