Trabajadores felices, trabajadores productivos.

Un trabajador contento es un trabajador productivo, por eso las grandes empresas españolas hace ya años que decidieron racionalizar los horarios. En empresas como Endesa, el personal de oficina tiene flexibilidad de entrada y salida y de horas de comida. La idea es que nadie se quede más allá de las siete. Medidas que se repiten en las grandes empresas de la energía, los bancos y constructoras: se fomenta el trabajo desde casa y los viernes se echa el cierre a las dos. Pero en España mandan las pequeñas empresas, por número, y en las de servicios lo de salir a las 6 lo ven, sencillamente, imposible; más cuando la tendencia es a abrir más horas.