La oficina estadística británica precisó que las mayores contribuciones a esta relajación se debieron al descenso en la tasa de inflación correspondiente a los alimentos y bebidas no alcohólicas, así como de los bienes y servicios de ocio, mientras que el mayor repunte correspondió al combustible de automóviles.
Por su parte, el incremento general de los precios del gas y la electricidad registrado en diciembre fue ligeramente mayor que el observado un año antes, lo que ha supuesto una pequeña contribución al alza en la tasa de inflación.