Avalancha de dolor sobre un hotel en Italia
Pilar Bernal
19/01/201721:48 h.En plena madrugada, diez horas después de la avalancha, los primeros rescatadores gritan a las puertas de una construcción que se intuye, sepultada por la nieve. Intentan averiguar si hay alguien con vida. El hotel Rigopiano está parcialmente derrumbado y sólo en un lateral hay alguna ventana por la que acceder al interior. Logran entrar y este el escenario que se encuentran: los escombros del derrumbe a los pies de la piscina del spa. Los rescatadores ascienden a una especie de recepción donde no hay rastro de supervivencia. Nadie. La mayoría de los, al menos 22 huéspedes, debían estar preparandose para irse a eso de las cinco y media de la tarde cuando empezó el aluvión de tierra y nieve que se percibe al levantar la vista. Los buscadores de esperanza siguen con la inspección por unos pasillos tomados por el desastre. Casi nada ha sobrevivido. Los perros no detectan señales de vida. Avanzan y encuentran las maletas de alguien que no pudo escapar. Por fin un atisbo de esperanza, un anciano que se salvó junto a otro hombre porque estaba fuera fumando; pudieron refugiarse en un coche y ser por el momento, los únicos superviventes de la avalancha de dolor y silencio que ha caído en un rincón de los Apeninos.