China acusa a Filipinas de violar el código de conducta en el Mar de China Meridional

China y los diez países miembro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) firmaron en 2002 un acuerdo en el que se comprometieron a no ocupar los arrecifes y bajíos no habitados, así como a no construir estructuras que complicaran las disputas existentes.

"Filipinas ha llevado a cabo construcciones masivas en estos islotes y arrecifes desde hace años, construyendo instalaciones militares y civiles como aeropuertos, puertos y barracones", ha indicado el portavoz del ministerio, Hua Chinying.

Asimismo, ha acusado a Filipinas de "intentar ocupar Renai Jiao --en las islas Paracelso, en disputa entre Vietnam y China--" y de "iniciar un proceso de arbitraje internacional en las disputas en el Mar de China Meridional".

Hua ha resaltado que el Gobierno filipino "obstruye la cooperación marítima" entre las partes firmantes del citado acuerdo, lo que, a juicio de Pekín, "crea alteraciones en el mar y supone una campaña de difamación contra China".

Por ello, ha reiterado que China "no reconoce el 'status quo' de la ocupación ilegal filipina de las islas Spratly/Nansha y se opone a los trabajos ilegales de construcción por parte de Filipinas en las mismas".

"China reafirma que Filipinas debe detener inmediatamente sus actividades de construcción y retirar a todo el personal y las instalaciones de los islotes y arrecifes de China", ha remachado Hua.

Las palabras del portavoz chino han llegado en respuesta a las acusaciones por parte de Filipinas sobre la violación del citado código por parte de Pekín, y en medio de las acusaciones de China contra Vietnam y Filipinas por sus trabajos de construcción en la zona.

China reclama la mayor parte del mar de China Meridional, que es rico en energía, y niega las acusaciones de que sus acciones en su propio territorio son provocativas. A través de este mar se transporta comercio valorado en 5.000 millones de dólares cada año.