Cuba y EEUU se reúnen para hablar de inmigración ilegal

Las partes --representadas por la directora general para Estados Unidos del Ministerio de Exteriores, Josefina Vidal, y por el subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental, Edward Alex Lee-- "han revisado la marcha de los acuerdos migratorios entre los dos países y han intercambiado sobre el enfrentamiento a la emigración ilegal".

"La delegación cubana ha reiterado su profunda preocupación por la persistencia de un manejo politizado del tema migratorio con respecto a Cuba por parte del Gobierno de Estados Unidos, por la vigencia de la política de la Ley de Ajuste Cubano", ha dicho el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

En concreto, el equipo de Vidal ha insistido en la crítica de Cuba a "la aplicación de la llamada política de 'pies secos/pies mojados', la cual confiere a los cubanos un tratamiento diferenciado y único en el mundo, al admitirlos de forma inmediata y automática sin importar los medios que utilizan, incluso si llegan de manera irregular".

"Los representantes de Cuba insistieron en que esta política ha estimulado la emigración ilegal, insegura y desordenada, así como el tráfico de emigrantes y las entradas irregulares a Estados Unidos desde terceros países", ha lamentado.

Los emisarios del Gobierno de Raúl Castro han denunciado que "los ciudadanos salen legalmente de Cuba y entran de la misma forma al primer país de destino, desde donde continúan de manera irregular hacia territorio estadounidense, convirtiéndose en víctimas del crimen organizado, tal y como se ha evidenciado, más recientemente, a raíz de la situación creada en Costa Rica y otros países de la región".

"Esta política viola la letra y el espíritu de los Acuerdos Migratorios en vigor, mediante los cuales el Gobierno de Estados Unidos se comprometió a descontinuar la práctica de admitir a emigrantes cubanos que llegasen a su territorio por vías irregulares, para garantizar una emigración legal segura y ordenada entre los dos países", ha recordado.

La delegación estadounidense, por su parte, ha aclarado que el Gobierno de Barack Obama "no tiene la intención de hacer cambios en la política migratoria que se aplica a los ciudadanos cubanos", de acuerdo con la Cancillería.

Además, la delegación cubana "ha reafirmado su rechazo al Programa Parole, establecido por el Gobierno de George W. Bush en 2006, para alentar al personal cubano de la salud a abandonar sus misiones en terceros países y emigrar a Estados Unidos". "Es una práctica censurable dirigida a privar de recursos humanos vitales a Cuba", ha denunciado.

Para La Habana "tanto la política de 'pies secos/pies mojados' como el Programa Parole son incoherentes con el contexto bilateral actual, entorpecen la normalización de las relaciones migratorias entre Cuba y Estados Unidos y generan problemas a otros países de la región".

"AMBIENTE RESPETUOSO Y PROFESIONAL"

A pesar de las persistentes diferencias, la reunión "se ha desarrollado en un ambiente respetuoso y profesional" y se han abordado "otros aspectos de las relaciones migratorias, incluyendo el cumplimiento de los acuerdos vigentes, la emisión de visas y las visitas temporales".

"Las dos delegaciones han coincidido en los resultados positivos que tuvo el encuentro técnico bilateral sobre fraude migratorio, celebrado en marzo en La Habana, el cual acordaron reeditar el próximo año en Washington", ha apuntado.

El equipo de Vidal ha expresado asimismo su "satisfacción" por "la realización en abril de una videoconferencia sobre un nuevo procedimiento de comunicaciones entre Tropas Guardafronteras de Cuba y Estados Unidos", confirmando una nueva cita para este mes en La Habana.

"La delegación de Cuba ha transmitido su disposición a mantener estas conversaciones y ha invitado a una delegación de Estados Unidos a viajar a La Habana durante el primer semestre de 2016 para sostener una nueva ronda", ha concluido.