EEUU colaboró estrechamente con el Mossad en el asesinato del 'número dos' de Hezbolá

Mughniyeh caminaba por las calles de Damasco después de cenar en un restaurante del barrio de Kafr Susa sin saber que estaba siendo seguido por agentes de la CIA. Estos agentes fueron los que avisaron al Mossad, el espionaje israelí, para que detonara desde Tel Aviv una bomba colocada en una rueda de repuesto de un todoterreno junto al que pasaba el dirigente de Hezbolá.

"Se preparó para que Estados Unidos pudiera dar marcha atrás en cualquier momento y para que no fuera el ejecutor", ha explicado una de las fuentes del 'Post'. Sin embargo, Estados Unidos colaboró en la preparación de la bomba y realizó hasta 25 detonaciones de prueba en unas instalaciones de Carolina del Norte para ajustar la potencia deseada para evitar, como sucedió, la muerte de personas inocentes.

Toda la operación es una prueba del cambio de actitud de Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono, explican especialistas consultados por 'The Washington Post'. El argumento que se esgrimió era que Mughniyah era una amenaza para Estados Unidos por su largo historial de implicación en atentados y por su papel fundamental en el entrenamiento de milicias chiíes que luego atentaban contra soldados estadounidenses en Irak.

"Es un método de matar utilizado por terroristas y gángsteres", ha afirmado una profesora de Derecho Internacional de la Universidad de Notre Dame, Mary Ellen O'Connell. "Viola una de las reglas de combate más antiguas", ha añadido.

UN PROCESO LARGO

El primer contacto entre estadounidenses e israelíes para preparar un atentado contra Mughniyeh se produjo en 2002 en Israel, cuando tras plantear la cuestión los americanos, los israelíes se sorprendieron. "Cuando dijimos que nos gustaría estudiar las opciones para atacarle, prácticamente se cayeron de la silla", ha indicado otra de las fuentes.

La idea era que un comando de las fuerzas especiales matara a Mughniyah y fuera evacuado a través de territorio israelí. De hecho, Estados Unidos contaba con recursos sólidos en una red clandestina en Damasco que podrían aprovechar los isrelíes. A cambio, los israelíes pidieron "apretar el gatillo". "Era venganza", ha destacado otro extrabajador de los servicios secretos en declaraciones bajo condición de anonimato.

Poco después Mughniyah fue localizado en Damasco y comenzaron meses de seguimientos y espionaje para elaborar un "patrón de vida" en busca de posibles vulnerabilidades. Así se descubrió que a veces paseaba por las tardes sin escolta y se empezaron a concretar los detalles de la operación.

"La decisión se tomó cuando tuvimos la confirmación absoluta de que era defensa propia" de Estados Unidos, ha explicado otra de las fuentes, igualmente en declaraciones bajo condición de anonimato, y varios meses después de el atentado el secretario de Seguridad estadounidense, Michael Chertoff, hablaba sobre la cuestión, siempre negando cualquier implicación de Washington, y decía que "para ser honestos, (Hezbolá) hacía que Al Qaeda pareciera un equipillo de tercera".