El terrorista que atentó en Nochevieja había pasado por todas las franquicias Yihadistas

En la foto que han mostrado las a veces "muy autoritarias" autoridades turcas, Abdulkadir Masharipov no luce un aspecto aseado ni saludable. La confesión ha llegado después de diecisiete días y unos cuantos moratones, lo que ha tardado la policía turca en dar caza al hombre más buscado del país, un muyaidín que el pasado fin de año convirtió Estambul en la capital del dolor sordo del terror. Tenía la cara amoratada y la ropa ensangranteda. Es uzbeco, tiene 33 años y una sangre fría demostrada en varios escenarios. La gente bailaba a orillas del hermoso Bósforo cuando el terrorista entró en la fiesta que se celebraba en el club Reina de Estambul. En este apartamento le han detenido junto a otras 4 personas, tres mujeres y un hombre, y se han encontrado sus huellas; las mismas que en la discoteca donde el fin de año se convirtió en un infierno con la muerte repetida hasta 39 veces. Masharipov ha pasado por todos los grupos yihadistas de moda, en cada momento. Se curtió con los talibán en campos de entrenamiento afganos, después se sumó a la Al Caeda de Bin Laden y ahora era un combatiente experimentado del batallón centroasiático de Daesh. Un muyaidín bien entrenado que demostró su currículum golpeando y escapando después entre la gente; hasta que 17 días, y decenas de seguimientos y unos cuantos moratones después, la policía turca ha logrado dar con su rastro.