La UE se muestra "optimista" tras la tercera ronda de conversaciones con Cuba y augura "resultados importantes"

"Salimos de estas dos jornadas de contactos con un mejor entendimiento sobre los puntos que fueron discutidos y acerca de las posibilidades de culminar felizmente", ha señalado el director ejecutivo para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior, Christian Leffler, encargado de encabezar la delegación de la UE.

Leffler ha asegurado que ha existido "mucho compromiso constructivo entre ambas partes" y ha agregado que si se mantiene la misma tendencia "en la próxima reunión --que tendrá lugar antes del verano en Bruselas (Bélgica)-- se van a cosechar resultados importantes sobre los capítulos y temas pendientes".

En cualquier caso, el máximo representante de la delegación de la UE ha reconocido que aspectos tan importantes como gobernabilidad, Derechos Humanos, estado de derecho, paz, lucha contra el terrorismo y esfuerzos comunes frente a los desafíos globales "no fueron profundizados".

Por último, Leffler ha señalado que el repentino giro de Estados Unidos con Cuba "ha ayudado" a las conversaciones bilaterales de la Unión Europea para la mejoría de las relaciones con la isla. Ambos países anunciaron el pasado 17 de diciembre que restablecerían las relaciones diplomáticas para poner fin a más de medio siglo de confrontación.

CUBA CALIFICA EL ENCUENTRO DE "CONSTRUCTIVO"

Las autoridades cubanas han calificado como "constructiva, respetuosa y positiva" la tercera ronda de negociaciones. "Esta ronda debe permitir avanzar en la negociación concerniente a la cooperación y el diálogo sobre políticas sectoriales", ha explicado a la prensa el viceministro de Exteriores de Cuba, Abelardo Moreno.

"En la jornada estuvimos compartiendo criterios sobre cultura, salud, educación y agricultura", ha añadido el diplomático que preside la delegación cubana en las conversaciones con la UE.

Cuba y la UE sostuvieron una primera ronda de conversaciones en la capital cubana en abril de 2014 y en agosto del mismo año se volvieron a reunir en Bruselas, encuentros que, por sus resultados, también fueron calcificadas con optimismo por los observadores internacionales y los medios de comunicación internacionales.

Desde 1996, a propuesta de España, las relaciones entre el bloque europeo y Cuba se han mantenido lastradas por la llamada "posición común", que pretende condicionar las relaciones bilaterales a cambios en el sistema político de Cuba, algo que el Gobierno cubano ha rechazado.