Un rehén británico de Estado Islámico acusa a Occidente de falta de voluntad para negociar su liberación

Cantlie, secuestrado en 2012 junto al periodista estadounidense James Foley, ejecutado por Estado Islámico, compareció en un vídeo en el que cuestionó la eficacia de las fallidas operaciones de rescate como la que tuvo lugar el pasado 4 de julio y planteó si quizás no habría sido más oportuno invertir el dinero del asalto en el pago de un rescate.

"¿Por qué ponéis todas esas vidas en peligro cuando podíais haber negociado en paz como todo el mundo? ¿Por qué vuestra primera opción es una solución militar?", se planteó Cantlie, quien no se da muchas opciones de supervivencia.

"Hace tiempo que acepté que mi destino sería, con una probabilidad abrumadora, el mismo que el de mis compañeros de celda, y eso me enfada. No con los muyahidines; al fin y al cabo están cumpliendo con lo que prometieron si nuestros países se negaban a negociar, sino con nuestros Gobiernos", ha señalado el rehén británico en su comparecencia, de casi nueve minutos de duración, en una nueva entrega de la serie de vídeos de propaganda yihadista titulada "Prestadme vuestros oídos".

Cantlie se pregunta por qué Estados Unidos aceptó intercambiar prisioneros talibán a cambio de la liberación de su soldado Bowe Bergdahl; por qué "las familias de los rehenes no tienen ni voz ni voto" en estas situaciones y por qué "tratan las vidas de los cautivos como si fuera una especie de juego de azar".

"Nos han dejado a nuestra suerte para morir. Es la peor sensación del mundo", lamenta el corresponsal, que ya ha aparecido hasta en cuatro vídeos de Estado Islámico. En este último, donde vuelve a aparecer con un mono naranja --la indumentaria propia de los presos de Guantánamo--, Cantlie se compromete a "seguir alzando la voz contra la arrogancia engañosa de los gobiernos occidentales" durante el tiempo que los islamistas le permitan "seguir con vida".