Enrique Moya (PP), nuevo alcalde de Benalmádena tras prosperar la moción de censura al PSOE

La elección ha sido apoyada por la concejala del Grupo Mixto que se presentó por "Movimiento por Benalmádena" (MpB) y que había dejado el gobierno local, María del Carmen Romero; los cuatro ediles del PP; los cuatro del "Grupo Independiente de Benalmádena" (GIB); los dos del grupo "Iniciativa Democrática de Benalmádena" (IDB); el no Adscrito José Nieto y el presidente del MpB, José Luis Moleón.

Los socialistas han perdido así una de sus principales alcaldías en la provincia malagueña y la Costa del Sol al ser descabalgado el equipo formado por PSOE, IU y concejales del Grupo Mixto procedentes del MpB en este municipio de 56.000 habitantes.

Mientras numerosos vecinos se congregaban ante el Ayuntamiento en apoyo de las dos partes -algunos desde las 7.00 horas, cinco antes de iniciarse el pleno- y tras una votación nominal con el resultado previsto de 13 a favor y 12 en contra, Moya ha aceptado con responsabilidad el reto y confía en no defraudar.

Desea que la ciudad no esté dividida y destaca que la moción de censura es "una oportunidad para el cambio" y que "el cambio se convierte en esperanza", ya que, según él, "Benalmádena está paralizada, eclipsada por pueblos vecinos; como el cangrejo, camina hacia atrás" y no se ejecutaron proyectos por doce millones.

Frente a las criticas de sus adversarios, dice que ha terminado el "bolinismo", en referencia al que fue alcalde independiente hasta 2007 Enrique Bolín y que él "no tiene nada que ver" con la moción.

Añade que se dice que todo es corrupción y que afirmaciones de IU "rayan en lo denunciante", por lo que estudiará el acta; califica su proyecto como "de futuro, serio y honesto"; cree que "hay mucho que hacer y arreglar" y anuncia un Centro de Iniciativas Turísticas.

Ha criticado al alcalde saliente al considerar que "ser importante ha primado a ser útil", que "no ha querido oír a mucha gente", que "comercios y empresarios se han sentido huérfanos" y que le faltó tacto con los proveedores.

Según ha sabido Efe, el área de Urbanismo la llevará Jesús Fortes, que dejó el PP hace un tiempo y ahora es líder de IDB, un grupo con dos concejales.

El socialista Javier Carnero tiene "la satisfacción del trabajo bien hecho" y lamenta "la maniobra egoísta de la oposición en su afán de poder", al entender que "se hurta la voluntad" ciudadana porque "no hay fundamento para la moción de censura ni descontento en los ciudadanos, sino que sólo les importa sus intereses".

Califica de "cobarde" la moción de censura porque, a su juicio, "el único motivo es el miedo a un gobierno honesto" y advierte al nuevo ejecutivo que "no dejará pasar ni una" y "dos años se les harán muy largo", al tiempo que destaca que con él "se ha devuelto el Ayuntamiento a la normalidad" y hay 30 millones para invertir.

El portavoz del Grupo Mixto, Francisco Salido, ha reprochado a su ex compañera de grupo María del Carmen Romero que apoyara la moción y "se olvidara de principios éticos al unirse a partidos que rechazaba" y sospecha que "existen promesas, sin poder asegurar que sean económicas, y que hayan contribuido a este cambio".

La portavoz de IU, Elena Benítez, cree que la moción de censura "asesina la voluntad popular" y sobre los que la apoyan que "se parecen a otras familias que se mantienen por un interés a sangre y fuego"; añade que "con métodos oscuros se ha asaltado el gobierno de la ciudad" y prevé con el nuevo gobierno "masificación urbanística".

Dice que la edil Romero "ha dado el gobierno a los que intentaron comprarla" y que "el desgobierno que surge tiene fecha de caducidad: 2011" y llama a la "resistencia democrática".

El portavoz de IDB, Jesús Fortes, ha indicado que la moción de censura "es legítima por ley y por una gestión deficiente" y desde el salón de sesiones se oía desde fuera frases que coreaban los vecinos como "Manos arriba, esto es un atraco" o "Javi, amigo, el pueblo está contigo".