La Mesa del Congreso acabará la legislatura sin cubrir la vacante de CiU

La Mesa del Congreso acabará la presente legislatura sin cubrir el puesto que dejó vacante el diputado de Convergència (CDC) Jordi Jané en la Vicepresidencia Cuarta de la Cámara el pasado 22 de junio, cuando renunció a su escaño para incorporarse al Gobierno de Artur Mas.

Desde que Jané dijera adiós al Palacio de la Carrera de San Jerónimo, CDC ha venido preguntando en las reuniones de la Junta de Portavoces cuándo se iba a incluir en el orden del día de las sesiones plenarias la elección de su sustituto.

La última vez ha sido este mismo martes, cuando el diputado de Convergència Carles Campuzano ha vuelto a sacar el asunto, como así ha avanzado a los periodistas que iba a hacer antes de dicho encuentro.

A su juicio, no existen razones democráticas que expliquen que esa silla en la Mesa del Congreso siga vacía, lo que le lleva a acusar de "sectarismo" político al PP, cuyo visto bueno es imprescindible para formar parte de la Cámara Baja dada su mayoría absoluta.

LA "INCONGRUENCIA" DE CDC

Ante la nueva demanda de los convergentes, el presidente del Congreso, Jesús Posada, ha apelado una vez más a la necesidad de que haya consenso de los grupos parlamentarios para someter a votación sesión plenaria la elección de la vacante.

En el PP, que viene dando largas a los convergentes sobre este asunto, dan ya por seguro que la legislatura terminará sin que CDC vuelva a la Mesa del Congreso, ya no sólo porque sólo quedan dos Plenos, uno de ellos ya con orden del día hecho, sino también porque los 'populares' creen "incongruente" que pidan un puesto en el órgano de gobierno de la Cámara quienes pretenden romper con España, según informaron a Europa Press fuentes parlamentarias.

Tras la renuncia de Jané y la ruptura de CiU, el grupo parlamentario de CDC y de UDC acordó mantener el puesto para los convergentes y nominó para la Mesa del Congreso a Jordi Xuclà, portavoz de Exteriores.

En el PP no ocultaron entonces que habrían preferido a un candidato de Unió, dado que este partido se desmarcó de las tesis independentistas, y, ante la decisión de los nacionalistas, su respuesta ha sido enfriar la renovación hasta que ya no sea posible.

EL PSOE TAMPOCO MUEVE FICHA

Y, en ese contexto, el PSOE tampoco ha forzado la renuncia de su secretaria segunda de la Mesa del Congreso, Carmela Silva, que al ser elegida en julio presidenta de la Diputación Provincial de Pontevedra debería de dejar la Cámara con forme a los usos y costumbre del Grupo Socialista.

Teniendo en cuenta lo poco que resta de legislatura y dados los recelos del PP a abrir el debate de la renovación de la Mesa del Congreso, el PSOE prefiere que Silva aguante en el escaño y así no perder uno de sus puestos en el órgano de gobierno de la Cámara.