Pedraz procesa de nuevo a los tres militares de EEUU por la muerte de Couso
JULIO MULEY
21/05/200911:00 h.Esta es la segunda ocasión en la que el juez Pedraz procesa a los tres militares por estos hechos. El 13 de mayo de 2008, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional dejó sin efecto el primer procesamiento y las ordenes de prisión que el magistardo había dictado contra los tres militares. La Sala, a instancas de la Fiscalía, consideró entonces que la investigación no arrojaba suficientes indicios para acordar esas medidas. La Sala instó al juez a proseguir con la tramitación del sumario.
En este último año, el juez Pedraz ha practicado una decena de nuevas diligencias, entre ellas los interrogatorios de los entonces ministros de Asuntos Exteriores, Ana de Palacio y de Defensa, Federico Trillo. Este último llegó a declarar -por escrito- que incluso en el caso de que en hotel Palestina hubiera habido fedayines irquíes, el ataque no habría estado justificado dada la presencia de centenares de periodistas.
En esta línea, el juez vuelve a insistir. Asegura que los Convenios de Ginebra y de la Haya establecen que los periodistas forman parte de la población civil en un conflicto bélico y, según estos convenios, son personas protegidas.
El magistrado afirma que otros nuevos testimonios recogidos en este último año, como el de la ex sargento norteamericana Adrienne Kinne, ponen de manifiesto que el Ejército de EEUU conocía perfectamente que en el hotel Palestina sólo había civiles.
Según esta ex sargento, destinada a la Inteligencia Militar durante la guerra de Iraq, EEUU no sólo sabía que en el Hotel Palestina estaban los periodistas que cubrían el conflicto, sino que, además, les tenían intervenidas las conversaciones telefónicas.
Sin prisión, de momento
Santiago Pedraz ha vuelto a procesar a los tres militares pero en esta ocasión, el magistrado no ha ordenado prisión ni ha librado órdenes de busca y captura contra ellos. Esta vez, el juez va a esperar a que el auto sea firme. Sabe que la Fiscalía volverá a recurrir esta decisión y prefiere esperar que la Sala de lo Penal de la Audiencia le dé la razón antes de volver a adoptar una medida tan drástica.