Testigos afirman a que el 'casteller' detenido en Can Vies no participó en disturbios

El relato de tres testigos en el juicio al 'casteller' detenido por los disturbios del desalojo de la casa 'okupa' barcelonesa Can Vies, Sergi Rubia, apuntan a que el joven no participó en la quema de contenedores la noche del 28 de mayo durante los altercados después de una manifestación, tras la cual estuvo tres semanas en prisión provisional.

Sus declaraciones de este martes en el Juzgado Penal 28 de Barcelona discrepan del fiscal y también de dos guardias urbanos, que han insistido en que Rubia quemó y puso en la calzada un contenedor para dificultar el paso de furgonetas de Mossos d'Esquadra, por lo que el Ministerio Público pide cinco años de cárcel por los delitos de desórdenes públicos y daños.

Los dos agentes han relatado que vigilaron unos 15 minutos a un grupo de 10 o 15 personas que quemaban contenedores en la carretera de Sants, y observaron como esta gente subía y bajaba por la calle paralela Tenor Massini cada vez que las furgonetas de Mossos hacían un "barrido" para dispersarlos.

Según los guardias, en el tercer "barrido" de Mossos --que no bajaron de los vehículos--, las furgonetas enfilaron por Massini en dirección montaña, con lo que el grupo comenzó a correr, pero el 'casteller' se quedó para poner en la calzada un contenedor, que ardió al entrar en contacto con otros que ya se quemaban.

En cambio, el acusado ha dichoq que no quemó ningún contenedor; que no estaba con ningún grupo; que fue a la 'cacerolada' sólo con un amigo y luego se sumó otro joven; que hablaban con un vecino cuando vieron el movimiento de los antidisturbios y la gente escapando; y que antes habían estado en un bar más de una hora tomando algo hasta que acabasen los incidentes.

Este vecino, que no conocía a Rubia antes de esa noche, ha explicado aque entabló conversación con él y con su amigo cuando este comenzó a orinar en una de las esquinas, porque la mujer le había llamado la atención desde el balcón; fue entonces cuando bajó a la calle y charlaron unos 15 minutos amigablamente.

En ese momento vieron que un grupo de gente corría calle arriba: él se metió en el portal de su casa y subió a su piso, mientras Rubia y su amigo huyeron, y vio con su mujer que estaban deteniendo al 'casteller' cuando se volvió a asomar al balcón --a los dos o tres minutos, pues solo tuvo que subir una docena de escaleras--.

También ha declarado el dueño del bar --en la misma calle pero ya casi en la avenida Madrid--, que ha asegurado que los tres jóvenes habían estado en el establecimiento hora y media hasta que cerró sobre las 23.45 --la detención se produjo pocos minutos más tarde--.

"DENUNCIA FALSA" DE LA URBANA

En declaraciones a los medios tras el juicio, Rubia ha dicho que está tranquilo y que espera justicia porque "es una situación muy desagradable", y su abogada, Natxeli Beas, ha resaltado la importancia de que el 'casteller', ya tras la detención, hizo referencia a estos testigos --el dueño del bar y el vecino de Sants-- a los que no conocía de nada, lo que le da más credibilidad, según ella.

También ha anunciado que pedirán testimonio de los agentes de la Guardia Urbana por presunta denuncia falsa, ya que considera que en el juicio intentaron justificar un atestado erróneo.