Zapatero constata su distancia insalvable con Rajoy, que pide elecciones ya
AGENCIA EFE
14/07/201012:10 h.La crisis económica, las medidas aprobadas para recortar el déficit e impulsar el crecimiento, y el Estatuto de Cataluña han centrado la primera jornada del quinto debate de política general que Zapatero ha protagonizado en el Congreso como presidente del Gobierno.
En un discurso de una hora de duración sin anuncios ni iniciativas novedosas, el jefe del Ejecutivo ha pedido consenso a las fuerzas políticas, las administraciones públicas y los ciudadanos para "dar un paso al frente" y aprobar con el acuerdo de todos la reestructuración del sistema financiero y las reformas del mercado laboral y del sistema de pensiones.
"El momento es decisivo para engancharnos definitivamente al grupo de países al que siempre hemos querido pertenecer. Podemos negarnos a acometer esta modernización y correr el riesgo de languidecer, de quedarnos descolgados", ha alertado entre reiterados llamamientos al "esfuerzo colectivo".
A su juicio, España atraviesa un momento "trascendental" y "crucial" para su futuro inmediato y para las próximas décadas.
Convencido de que los ajustes aprobados hasta el momento se han hecho "con equidad y justicia", ha ratificado que su prioridad será mantener "a rajatabla" el compromiso de austeridad y reducción del déficit y aplicar su programa de reformas para sentar las bases de una economía más innovadora, competitiva y productiva.
Ha insistido en que se trata "de una tarea de país, un reto de país y una ambición de país", pero se ha dado de bruces con el discurso de Rajoy, quien por primera vez le ha pedido públicamente que disuelva el Parlamento y convoque elecciones porque "su tiempo, señor presidente -le ha dicho- se ha agotado y lo sabe".
En su opinión, Zapatero se ha convertido en el principal problema de la economía española porque ya no genera confianza, tiene poder, pero no autoridad y resulta "muy difícil remar" junto a él por sus constantes bandazos.
Tras acusar al Gobierno de haber sido "bravo y enérgico" con los débiles en sus ajustes e invitar a Zapatero a visitar un comedor social para conocer los efectos de la crisis, ha presentado al PP como la "esperanza" y la alternativa de Gobierno.
La respuesta del jefe del Ejecutivo ha sido retarle a plantear una moción de censura, advirtiéndole de que para ello necesita más votos que los suyos, y asegurarle que seguirá adoptando las medidas que cree que necesita España: "cueste lo que cueste y cueste lo que me cueste", ha añadido para denunciar que, al contrario que su contrincante, sitúa los intereses del país por encima del partido.
Según ha dicho, sabe perfectamente que en los dos últimos años ha perdido confianza de los ciudadanos, pero ha advertido a Rajoy de que él tampoco está para "echar cohetes" según las encuestas.
El segundo eje de su enfrentamiento ha sido la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, que, como era previsible, se ha convertido después en el eje del debate de Zapatero con CiU.
En un mensaje dirigido a tranquilizar a las fuerzas catalanistas de la Cámara, el presidente del Gobierno ha garantizado que está dispuesto a evaluar la posibilidad de que algunos aspectos declarados inconstitucionales puedan abordarse mediante modificaciones legales y en diálogo con la Generalitat de Cataluña.
Pero Rajoy le ha pedido que deje de engañar y de echar "leña al fuego" con nuevas promesas que, a su juicio, sólo buscan "la rentabilidad electoral inmediata".
Esta respuesta ha soliviantado a Zapatero, quien ha recordado que fue el PP quien hace cuatro años buscó votos con una "impugnación masiva" del Estatut y ha acusado a Rajoy de haber echado cuentas para ver que ya no le interesa "cabalgar sobre el anticatalanismo" sino sobre la crisis.
Tras el cara a cara entre Zapatero y Rajoy, el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, ha avisado al presidente del Gobierno de que su ciclo "ha terminado", le ha instando a convocar elecciones si no es capaz de encontrar alianzas sólidas en el Congreso y ha criticado su "poco entusiasmo" y "compromiso" con el Estatut.
Josu Erkoreka, portavoz del PNV, ha asegurado no fiarse de que Zapatero cumpla con el PNV en el caso de que llegaran a pactar debido a incumplimientos anteriores.
El portavoz de ERC, Joan Ridao, ha avisado al jefe del Ejecutivo, de que tras la sentencia del Estatut tiene servida "una crisis de Estado de primer orden", mientras que el diputado de IU, Gaspar Llamazares, le ha invitado a rectificar su política y unirse al movimiento social o, de lo contrario, "la izquierda parlamentaria será su oposición" en el Congreso y en la calle.
Por su parte, el diputado de ICV, Joan Herrera, ha pedido al Gobierno que plantee una reforma de la Constitución ante la sentencia sobre el Estatuto de Cataluña porque, si no es así, habrá que favorecer que a los catalanes se les reconozca el derecho a decidir.