El día de Navidad el marido de María Victoria sufrió un infarto. En el Hospital Joan XXIII tenían que hacerle un catéter en la arteria para salvarle la vida, pero la sala de hemodinámica estaba cerrada –solo abre 12 horas al día por falta de presupuesto- y tuvieron que trasladarle a otro centro. Murió por el camino. Ella saca fuerza para denunciar el caso para que no vuelva a pasar