Recibe una herencia de tres millones de euros de un padre que nunca la reconoció

La madre de Carmen guardó el secreto. Nunca le confesó a su hija quién era su padre. Setenta años después, la ciencia le ha desvelado el misterio. Una prueba de ADN confirma que su padre era un rico empresario de Morón de la Frontera. Ahora a Carmen, con una pensión de setecientos euros, le corresponde una herencia de tres millones. Es el final de una historia que comenzó en los años cuarenta. Su madre, con veinte años, era criada en casa del empresario. Un enamoramiento a escondidas y un embarazo prohibido. Fue despedida, huyó de los agravios. Aunque el hombre las ayudó. En silencio hasta morir. Un tabú que ahora se hace público. Porque las noticias, a veces, son historias escondidas en una foto.