Interceptados en Melilla otros dos vehículos donde se ocultaban cuatro inmigrantes en dobles fondos

La Guardia Civil interceptó el pasado viernes y en la madrugada de este lunes, en un control en la aduana de Beni-Enzar de Melilla, dos vehículos donde se ocultaban cuatro inmigrantes --dos de ellos menores de edad-- mediante dobles fondos practicados en su interior.

Los conductores de cada uno de los vehículos han sido detenidos. Se trata de un joven marroquí de 19 años de edad, con domicilio en la provincia de Nador (Marruecos), y una chica marroquí de 21 años y con residencia legal en Barcelona, según ha precisado la Guarda Civil este martes en un comunicado.

El primer turismo, un Daewo Nubira de color azul y matrícula marroquí conducido por un joven, fue sometido al detector de latidos de corazón, que dio indicios positivos de que había alguna persona oculta en su interior. Al registrarlo se localizaron dos dobles fondos, uno de ellos bajo el suelo del asiento trasero y otro en el interior del salpicadero, donde iban ocultas dos personas que fueron auxiliadas por los agentes.

La persona que estaba escondida en el salpicadero se aquejaba de un fuerte dolor en sus extremidades inferiores, por lo que le practicaron primeros auxilios y posteriormente lo trasladaron al Hospital Comarcal, donde fue estabilizado.

El otro inmigrante iba enclaustrado de tal forma que parte del cuerpo iba donde debía ubicarse el depósito de combustible y la cabeza bajo el sistema del freno de mano, que había sido anulado para cubrir con una chapa su cabeza.

Los inmigrantes localizados, varones jóvenes e indocumentados, procedían de Guinea y Senegal.

UNA MUJER CONDUCTORA PARA DAR APARIENCIA DE NORMALIDAD

En la madrugada de este lunes fue interceptado el segundo vehículo, un Volkswagen Golf de matrícula nacional. En su interior se descubrieron dos dobles fondos, uno en el interior del salplicadero y otro bajo el lugar de la rueda de repuesto, que habían quitado y rebajado para que cupiese allí una persona.

Los agentes encontraron a dos personas de procedencia subsahariana que también fueron auxiliadas aunque no necesitaron la atención de los servicios médicos. Se trataba de dos varones indocumentados de 16 y 17 años de edad que fueron puestos a disposición de los Servicios Sociales de Melilla y del Ministerio Fiscal.

En este caso, el vehículo era conducido por una chica. Es la segunda ocasión en un corto espacio de tiempo en que se constata la utilización, por parte de las mafias que trafican con seres humanos, de mujeres conductoras para dar apariencia de normalidad.

Con estos procedimientos delictivos las mafias obtienen grandes beneficios económicos, llegando a cobrar a cada persona que introducen en Melilla hasta 4.000 euros en función del servicio acordado.

En lo que va de año, la Guardia Civil ha interceptado 36 vehículos por este procedimiento y ha detenido a 47 personas que han sido puestas a disposición judicial. Además, 59 personas han sido rescatadas. Estas cifras suponen un incremento con respecto al año 2012 en el que fueron 30 los detenidos, 27 los vehículos interceptados y 28 las personas auxiliadas.