La ONU dice que la situación de los derechos humanos en Sudán sigue siendo preocupante

En la presentación de su informe sobre Sudán al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, la experta dijo que cuenta con denuncias de "arrestos arbitrarios y torturas a activistas y a trabajadores humanitarios por parte de las fuerzas de seguridad".

Asimismo, se mostró preocupada por "la censura de los periódicos y las restricciones para que los periodistas, defensores de los derechos humanos y miembros de la oposición política puedan expresar libremente sus opiniones".

"De cara a las elecciones de febrero de 2010 es indispensable que se eliminen los obstáculos a la libertad de expresión, de asociación y de reunión, y así crear un camino adecuado para la celebración de unos comicios libres y justos", señaló Samar.

Por otra parte, la relatora denunció los ataques directos e indirectos contra la población civil de la provincia de Darfur, el asesinato de tres miembros de las fuerzas de paz de la ONU y el secuestro y la detención de trabajadores de ONG.

"En la mayoría de estos casos, los responsables no fueron arrestados ni perseguidos. El Gobierno debería prestar más atención a este asunto", lamentó.

Durante una posterior rueda de prensa, Samar pidió al Gobierno sudanés que reconozca los problemas existentes en materia de derechos humanos, pues "negar el problema no va a ayudar a solucionarlo".

Además, lamentó la revocación de las licencias de operación de tres ONG nacionales, lo que "debilitó la protección de los derechos humanos" en el país africano, donde en 2003 estalló un conflicto causante de uno los mayores dramas humanitarios de las últimas décadas con más de 300.000 muertos y 2,5 millones de desplazados.

"Es una pérdida importante. Esas ONG pueden trabajar mejor que las enviadas por la comunidad internacional porque conocen mejor el idioma, a la gente y el país", declaró la experta de la ONU.

Varias rondas de negociaciones se han sucedido para alcanzar un acuerdo de paz en el conflicto de Darfur, pero éste sigue sin cerrarse.

La Corte Penal Internacional ordenó en marzo el arresto del presidente sudanés Omar al Bachir por crímenes de guerra y de lesa humanidad en esa región.