Quince detenidos de una red que fabricaba, vendía y distribuía aguardientes ilegales en Galicia y Portugal

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Nacional Republicana de Portugal han detenido a 15 personas que pertenecían a una red que elaboraba, comercializaba y distribuía bebidas alcohólicas sin ningún tipo de control sanitario ni fiscal.

Tal y como ha informado la Policía Nacional, estas personas, ciudadanos españoles y portugueses afincados en Ourense, Pontevedra y Coimbra (Portugal), se dedicaban a transportar bebidas alcohólicas desde una destilería localizada en el norte del país luso para venderlo en el sur de Galicia.

Seis de los detenidos --cinco españoles y uno portugués--, imputados por un delito contra la salud pública, han sido puestos este miércoles a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Vigo que ha ordenado la libertad de cinco de ellos, mientras que el sexto, al que también se le imputa un delito de tenencia ilícita de armas, ha sido enviado a prisión, según fuentes judiciales.

Para llevar a cabo las pesquisas, la Guardia Nacional Republicana iniciaba en Portugal los seguimientos de los transportes, que después continuaban los agentes de la Policía Nacional en territorio español, donde las mercancías se dirigían fundamentalmente a Vigo, Pontevedra y Ourense.

Desde estas localidades, el alcohol era distribuido en envases sin etiquetar o utilizando otras de apariencia legal para evitar el control sanitario. Así las cosas, se calcula que el fraude fiscal a la Hacienda en Portugal asciende a unos tres millones de euros.

A raíz de estas investigaciones se realizaron 41 registros en domicilios --11 en España y 30 en Portugal-- y se intervinieron 65.000 litros de alcohol --45.000 en España y 20.000 en Portugal--, 350.000 euros en efectivo, 12 pistolas, cuatro fusiles de asalto Cetme, tres escopetas, dos pistolas detonadoras, una pistola eléctrica, una granada, munición y 21 vehículos.

ALCOHOL PURO

Fuentes de la Policía Nacional han comunicado a Europa Press que el alcohol que utilizaba la red para hacer los licores era alcohol puro de unos 96 grados --que no es del que se utiliza para hacer este tipo de bebidas--, con la agravante de que también "era de procedencia ilícita".

Así, han asegurado que le añadían "un montón de aditivos perjudiciales, sin control y no contemplados para el consumo humano" y después lo vendían como licor de hierbas o licor café. En total, las mismas fuentes han cifrado que la red vendía unos 10.000 litros semanales de este producto, que distribuían en bares y cafeterías.