El presunto asesino de Niculai rehúsa hablar pero los investigadores confían en las pruebas

"Es una persona muy endurecida por sus antecedentes criminales y penales y va a ser complicado sacarle información. Nos tendremos que basar en las pruebas físicas", ha explicado Socías en la rueda de prensa que ha ofrecido para dar cuenta de la detención del hombre al que se buscaba desde hace una semana como sospechoso de la muerte de Nicolau, que fue asesinada y quemada después dentro de un coche.

De Abarca, que aprovechó el tercer grado penitenciario del que disfrutaba desde septiembre de 2009, presuntamente habría raptado a la joven rumana el pasado lunes por la mañana, cuando la víctima se disponía a abrir el bar que regentaba junto a una socia en Palma.

Veinte patrullas de la Guardia Civil le buscaban desde ayer por la tarde en el entorno del torrente de Búger, donde había sido visto por algunos ciudadano que informaron de ello al Instituto Armado, lo que ha permitido su detención poco antes de las 7.30 horas de hoy, ha relatado Socías.

En concreto, "El Enano", apodo con el que se conoce a De Abarca por sus 150 centímetros de altura, ha sido detenido en las inmediaciones de la depuradora de Selva al ser interceptado por unos agentes que le persiguieron cuando echó a correr al verse atrapado.

El presunto asesino, que no iba armado ni ha opuesto resistencia, ha negado ser el homicida al que se buscaba, pero sus rasgos físicos no daban lugar dudas, ha apuntado el delegado del Gobierno, que ha hecho hincapié en la importancia que ha tenido para la resolución de este caso la colaboración ciudadana.

"Los avistamientos de ayer han conducido a la detención", ha incidido Socías, para quien ha sido decisivo que la fotografía y las características de De Abarca hayan sido profusamente difundidos por los medios de comunicación mallorquines desde la semana pasada.

Este conocimiento del caso a través de los medios también ha servido, según el delegado del Gobierno, para que una mujer a la que que el pasado viernes el fugitivo ofreció llevar en coche le identificara y huyera, lo cual pudo salvarla, porque el detenido "sigue siendo un peligro".

Socías ha considerado que el hecho de que haya transcurrido una semana entre el crimen y la detención del presunto asesino no denota que la Guardia Civil haya cometido errores, sino que el sospechoso "tenía un conocimiento muy preciso de las zonas por las que se iba moviendo".

En este sentido, ha recordado que las pruebas recopiladas apuntan a que De Abarca estuvo primero en la zona de la Albufera, que conoce desde niño y donde quemó el vehículo con el cadáver de Niculai en el maletero tras matarla, posiblemente, en una casa abandonada de las proximidades.

Después se desplazó en transporte publico hasta la zona de Lluc, desde donde se movió por los torrentes, probablemente a pie, hasta llegar al área en la que finalmente fue hallado.

El delegado, que ha apuntado que no se tiene constancia de que el fugitivo recibiera ayuda, ha manifestado que cumplía las condiciones para disfrutar del tercer grado, pero ha confiado en que si las pruebas son suficientes para demostrar que asesinó a la joven rumana la condena sea severa y se evite en un futuro que pueda acogerse a beneficios penitenciarios.

No obstante, Socías ha admitido que "el estado en el que se encontró el cuerpo (carbonizado)" de Niculai "hace difícil encontrar determinadas pistas físicas en el cadáver", por lo que los interrogatorios pueden ser determinantes para establecer si agredió sexualmente a su presunta víctima.