El incendio no para de propagarse lo que está causando una gran ansiedad entre los habitantes de las zonas residenciales cercanas. Durante la noche del sábado, los vecinos veían con agonía como el fuego apenas se quedaba a unos cuantos metros de sus hogares, aunque por suerte, no llegó a alcanzarlos. Otros dos campings no han tenido tanto suerte y han sido completamente destrozados por las llamas.