El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, ha asegurado esta semana que quien defiende, propaga y da su voto afirmativo a la reforma de la Ley del Aborto "está es una situación objetiva de pecado y no puede ser admitido en la sagrada comunión, aunque se dedique a la política.
Según la Conferencia Episcopal, abortar o estar a favor del aborto es quitar la vida y, quien quita la vida, cae en herejía. Por este motivo, desde la más alta instancia de de la jerarquía eclesiástica se ha amenazado con la excomunión a todos aquellos, incluidos políticos, que apoyen la nueva Ley del Aborto.
La polémica que han suscitado estas declaraciones ha acaparado toda la atención mediática y hasta ha llevado a los políticos a encararse por ello en el Congreso de los Diputados. Si los católicos deben seguir estas instrucciones y ser coherentes con su fe, los políticos que son católicos se pueden encontrar con un problema de índole moral.
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