José Bono: "Los políticos dedicamos tanto tiempo a ganar las elecciones que olvidamos ganar la vida y el bienestar"

TELECINCO.ES 20/06/2010 01:12

Jordi González : ¿Usted cuando conoció a Vicente Ferrer?

José Bono : Hace diez años. Vino a Toledo en una gira que hizo por España para conseguir más padrinos, personas que apadrinasen a niños en la India y que les pudiesen hacer la vida un poco más feliz. Pidió verme y la verdad es que fue de esas reuniones que marcan a uno, porque me pareció estar ante un ser excepcional, de esos que rompen el molde. Yo le pregunté al acabar la reunión: 'Vicente, ¿en qué crees?', porque él había sido un Jesuita, dejó de serlo y se casó, y me dijo: 'Yo tengo mucha fe en que el mundo tiene arreglo ayudando a los demás y a eso me dedico, esa es mi fe'.

Además, me dijo algo más: 'Me mandaron los Jesuitas a bautizar y a evangelizar en la India, a echar agua bautizando y lo primero que me di cuenta es que no había agua. Me dediqué a hacer pozos pero, luego comprendí que el agua de los pozos tenía que servir para que vivieran y antes de bautizarlos, bautizamos haciendo el bien'. ¡Qué mejor manera de bautizarlos que la de hacer el bien! Era un hombre providencial, de esos que en el siglo salen pocos.

Jordi González : Yo creo que usted llegó a preguntarle por las ideas políticas a Vicente Ferrer, ¿no?

José Bono : Él me dijo: 'Allí en la India la única política es la de la solidaridad, no me queda tiempo ni de pensar en los votos'. Lo cual es verdaderamente hermoso porque, a veces, los políticos con tanto tiempo como dedicamos a los papeles y a ganar las elecciones, olvidamos ganar la vida y ganar el bienestar, él se dedico a eso. Y le dije: '¿Alguna vez has pensado en tirar la toalla?', y me dijo que en la India no se puede tirar ni la toalla. Es verdad que no es el único en el planeta, pero sí que es verdad que es el que ha llegado a más millones de personas.

Cuando yo estuve en su entierro, hace ahora un año, me impresionó el fervor con el que pasaban cientos de miles de personas de día y de noche tocando la caja, viéndole como un verdadero Santo a quien veneraban. Cuando llevábamos su cadáver hasta el lugar donde se le entierra no faltó una persona en toda la carretera y eran muchos kilómetros. Íbamos nosotros detrás del coche fúnebre e iban camiones, bicicletas, todo tipo de vehículos pero, sobre todo miles y miles de personas en la carretera que con las manos juntas decían adiós a un Santo laico, que había sido un Santo viviente, que les había dado lo más que se puede dar, les había dado su propia vida.

Jordi González : Presidente, ¿por qué la Iglesia Católica ninguneó a Vicente Ferrer?

José Bono : En el entierro hubo un sacerdote católico español, que fue el Padre Ángel de Mensajeros de la Paz, que dijo la misa junto con otros sacerdotes católicos de la zona pero, es verdad lo que usted dice. A mí me llamó la atención que no hubiese habido ningún obispo, ningún representante de la Compañía de Jesús a la que él pertenecía. Es verdad que hay eclesiásticos que entienden la religión más como una manera de vivir el dogma o de relacionarse con Dios creyendo que sus semejantes estorban en la relación con Dios, pero yo creo que esos son pocos.

Jordi González : Yo recuerdo hace un año, cuando usted volvió del funeral por Vicente Ferrer, recuerdo que usted estaba un poco mosqueado porque decía algo así como que la Iglesia no es solamente la gente que inciensa los templos y no es solamente la gente que imparte el dogma, la Iglesia es esta gente como Vicente, que con amor consagra su vida a los que necesitan que les echen una mano y a los que verdaderamente están dejados de la mano de Dios.

José Bono : Además, si me permite, porque a algunos les molesta que el presidente del Congreso, y más un socialista, cite las escrituras pero es que Cristo nos lo dejó muy bien dicho. Dijo que cuando llegue el juicio se nos va a examinar del amor y no de los golpes de pecho que nos dimos o de las veces que comulgamos o del incienso que echamos o de las casullas que nos pusimos... Nos van a juzgar de si dimos de comer al hambriento, de si dimos de beber al sediento, de si dimos posada al peregrino...

Jordi González : Hace diez años, usted decidió apadrinar un par de niños de India, de Anantapur. ¿Yo me pregunto si eso influyó de alguna manera en su decisión y la de su señora de dar un paso más importante aún que es adoptar una criatura?

José Bono : Mi mujer muchas veces me insistió en la adopción. Nosotros teníamos ya tres hijos biológicos. Yo visité en Bolivia un hogar que tiene allí un obispo, Nicolás Castellanos, y visité un centro de niños desnutridos, ochenta niños con hambre, en sus cunitas. Él les trataba con mucho cariño y con muchas atenciones pero había mucha pobreza. Desde allí llamé a mi mujer que estaba en Toledo y le dije: 'Ya he decidido que sí' y nos pusimos a tramitar la adopción.

Quiero decir que yo lo hice, inicialmente, para hacerle un favor a un niño, pero eso es una estupidez. A mi hija Sofía, que ahora tiene nueve años y va a cumplir diez, no le hemos hecho un favor nosotros, es ella la que nos lo ha hecho a nosotros. Por eso, todos los padres que somos adoptantes sabemos que puede haber un inicio de querer hacer un favor, un elemento de generosidad, pero es una estupidez porque al final el favor te lo hace el niño a ti. Casi me da vergüenza contarlo pero, así es, y lo mejor que he hecho en mi vida ha sido tener a mi hija Sofía.

Jordi González : José Bono, la decisión de la concesión del Nobel de la Paz depende de cinco personas. Diríjase a esas cinco personas, a ese jurado, y dígales por qué tienen que apoyar a la Fundación Vicente Ferrer.

José Bono : No es fácil dirigirme a ustedes, porque es importante la misión que me encomienda Jordi y mi palabra es más torpe que mis sentimientos. Pero este año toca y en esta ocasión toca reconocer a quienes dedican su vida, a asociaciones de cooperantes que entregan su vida, su hacienda, todo, por los demás. ¿Conocen a alguien mejor?

Jordi González : Señor Bono, voy a dejarle ya tranquilo, pero antes quiero arrancarle una promesa. Dígame usted que el primer sábado que tenga libre va a venir a verme, va a ir al plató, se va a subir a 'La Noria', me va a dar una entrevista y vamos a hablar de todo: de lo divino y de lo humano, de lo político y de lo social, de la crisis económica que nos tiene hartos y de las soluciones que hay que aplicar, y del calvario por el que ha pasado usted últimamente. De todo. Dígame que sí.

José Bono : Ya le digo que sí por una razón muy simple, a mí me cae bien usted. Tiene el aspecto de las personas buenas y yo no detesto ni rechazo, como si me estuviese asentando en la aristocracia de la política. Yo soy de un pueblo pequeño, de Salobre, soy hijo de un tendero y nieto de un arriero y de un labrador. Mire, . con la verdad se va a todas partes, y también a 'La Noria'