Tras pasar unos días de vacaciones, Javi y Lola regresan a 'Mirador de Montepinar', donde descubren a un ex-convicto en su casa. Estela explica a la pareja que el hombre es su nuevo novio y que le ha invitado a residir con ellos para que así puedan vivir como una familia. El sufrido yerno se convertirá en cómplice de sus fechorías con la esperanza de que Tony, que así se llama el sujeto, se lleve a su suegra bien lejos.
Mientras, Antonio idea un nuevo plan para salvar a la comunidad de la bancarrota: hacer pasar a Coque por un diminuído síquico para cobra una subención. Su sorpresa es mayúscula cuando se descubre que el conserje tiene un coeficiente superior a la media, lo que lleva al mayorista a contratar a un minusválido auténtico.
La situación se complica aún mas por el romance clandestino que desde unos días Coque mantiene con Berta. Ahora la pareja se ama con locura y son incapaces de separarse.
Por otra parte, Amador solicita la ayuda psicológica de Judith para superar la activa vida sexual de su ex-mujer. Dado que carece de dinero para pagarle sus honorarios, se ofrece como "asistente personal" para hacerle las tareas del hogar.
Judith, por su parte, es consciente de que ha cometido un grave error tras dar una nueva oportunidad a su ex-novio César. A pesar de ello, la psicóloga no se ve con fuerzas para poner fin a su relación sentimental, por lo que pide a Raquel un favor extraordinario: que su amiga lo seduzca para que finalmente sea él quien acabe dejándola definitivamente.