"Cuando se cortan cosas antes de tiempo, quedan muchas cosas por decir", ha confesado Julián antes de comenzar la charla. Perdió a su madre a los 18 años y más tarde a su abuela, su segunda madre, y según él mismo ha dicho: "Mi abuela era muy especial para mí. Cuando mi madre murió yo le llamaba 'madre'. Perder dos madres en la misma vida es demasiado".
Anne Germain ha descrito a estas dos mujeres como ángeles, seres alados que le protegen en su camino: "Las alas de ángel indican que es una madre o una abuela. No parece especialmente mayor. Dice: 'No hubo despedidas'. Partió antes de lo esperado. Es una señora muy elegante. La otra mujer es mucho mayor y te está rodeando con sus alas ahora mismo: No quiere decir con eso que los abuelos tengan nietos favoritos, pero sí te trata como el favorito".
Julián ha sonreído ante el favoritismo. Al poco, ya con rostro serio, se ha emocionado ante las siguientes palabra de la medium: "Dice que has venido para saber que ella está bien y lo está, pero sabe que tuviste el corazón roto sin ella y una madre normalmente tiene que estar ahí cuando el corazón de su hijo está roto. Dice que todavía te resulta difícil hablar de ella con otras personas". Julián se sonreía, asintiendo.
Sobre las circunstancias de su muerte
Un eterno debate que rodea la figura de Carmina gira en torno a las circunstancias en las que partió hacia "el mundo espiritual". Según la médium, Carmina quería a todos sus hijos y le hubiera encantado poder haberse quedado más tiempo, pero no partió de un modo "deliberado". "Nunca jamás os hubiera abandonado porque su orgullo y su felicidad érais todos sus hijos", ha insistido. Además, ha dado razones generales sobre los motivos: "Se sentía confusa y esa confusión no le ayudaba".
Julián ha contestado de un modo rotundo, con un canto a la alegría de vivir: "Yo lo tengo claro. Ella nunca hubiese abandonado la vida. A mi me gustaría saber vivir un día solo la mitad de cómo lo hacía mi madre. Es una intensidad que he visto muy pocas veces", ha dicho.
El álbum y la cadena
Uno de los objetos que han aparecido en las ensoñaciones de Anne Germain ha sido un álbum de fotos ("siempre aparece muy contenta en las fotos. Algunas veces sintió que no estaba el tiempo suficiente con sus hijos") y una foto cerca de una cama, donde alguien deposita flores a menudo.
"Yo tengo una foto en mi mesa de trabajo, no en mi cama. Y no le pongo flores, yo le pongo velas. Unas cuantas además. Sobre todo en su cumpleaños y alguna fecha más", ha aclarado Julián. La cadena de la que ha hablado Anne ("conserva esa cadena que te regalé porque te lo di con amor") también ha creado dudas: " Ami no, pero mi madre le regaló una cadena a mi padre y me ha sorprendido. Quiero pensar que eso en vez de para mi era para mi padre", ha deseado Julián.
La despedida ha sido cien por cien esperanzadora. Julián sonreía al escucharlo y poco después se secaba las lágrimas: "Pide que dejéis de llorarla. Está feliz y ha vuelto a reír. ¡Ahora toca reír, hijo".