¿Boda secreta?

LIDIA RUIZ- 14/04/2008 11:25

Uno de sus hombres de confianza, Foski el chófer de la Pantoja, fue a recogerle a la cárcel de Alhaurín de la Torre en un todoterreno negro para llevarle a Marbella. Julián Muñoz no salió por la puerta principal como cualquier recluso sino que lo hizo por la puerta trasera para evitar el acoso mediático. Acomodado en la parte de atrás del vehículo y portando una gafas oscuras, se dirigió hasta su casa de Marbella, 'Mi gitana'.

En ella le esperaba Isabel Pantoja que había viajado desde Madrid la noche anterior hacía la localidad malagueña. El ex dirigente marbellí llegó muy tranquilo y hasta fue amable con la prensa, hecho al que no nos tiene acostumbrados. Dentro de su hogar le esperaba Isabel pero ningún medio fue testigo del reencuentro entre los dos.

La pareja no se veía desde la última vez que la tonadillera fue a visitarle a la prisión de Jaén II. Por otro lado, Julián quiso aprovechar al máximo su permiso ya que sobre las once y media de la mañana abandonó su hogar para reunirse con sus hijas, Elia y Eloísa, y sus nietos.

El ex alcalde marbellí tuvo que dirigirse a firmar al cuartel de la Guardia Civil en Marbella y acto seguido volvió a 'Mi Gitana' con un gran ramo de flores, probablemente, sería para Isabel Pantoja.

Más de setecientos días han sido los que Julián Muñoz ha permanecido ingresado en un centro penitenciario. Ahora por primera vez ha gozado de un permiso penitenciario y lo ha aprovechado, como era de esperar, con su novia y su familia.

Según algunos medios, la pareja habría aprovechado estos días de libertad del ex alcalde para pasar por la vicaría. De ser cierto, la tonadillera habría celebrado una boda en la más estricta intimidad, en la que ni siquiera estuvieron presentes los familiares más directos de la artista.