Tras la ruptura, el actor sólo tiene palabras de cariño para la que ha sido su última mujer. Aunque Carlos y Ana ya no comparten el mismo domicilio, siguen manteniendo una relación cordial por el bien de la hija que tienen en común, Paula.Por el momento, Larrañaga únicamente ha confirmado la sepación de la pareja, pero en ningún momento ha hablado de divorcio.
Sin duda, es un momento complicado para los dos actores. Al parecer, Ana se encuentra muy afectada y, según sus declaraciones, estaría viviendo los momentos más difíciles de su vida. Pero no está sola. Cuenta con el apoyo de toda su familia y está completamente volcada en su pequeña. En la conversación que una de las reporteras de 'Está Pasando' ha mantenido con la actriz, ésta ha querido dejar claro que en la separación no hay terceras personas implicadas.
Según las informaciones adelantadas por la reportera del programa, Ana Escribano creía firmemente que ella era la mujer de Carlos Larrañaga y que ya no habría ninguna otra en su vida. Además, ha desmentido una de las principales causas que se han barajado a la hora de hablar de la ruptura: los 36 años de edad que separan a la actriz de su marido. Según ella, este hecho nunca ha supuesto un obstáculo para la relación. Lo único que temía era que, por lógica, no pudiera envejecer en el futuro junto a su esposo.
Un romance tortuoso
La relación de Larrañaga y Escribano comenzaba cuando ambos compartían cartel en la obra teatral 'El hombre de Central Park'. Desde entonces, su amor se convirtió en objetivo de los medios de comunicación, que no pararon de sorprenderse cuando la pareja contrajo matrimonio y tuvo a su primera y única hija. La boda se celebró 2006, en secreto, y sólo pudo ser conocida a través de una conocida publicación. Un año más tarde, en febrero de 2007, nacía su hija Paula. Era el quinto hijo para Carlos y el segundo para Ana.
Esta separación se suma a la larga lista de fracasos sentimentales de Larrañaga. Nada más y nada menos que tres matrimonios rotos a los que se añade ahora un cuarto en vías de desaparecer. Es la larga historia de un actor que no ha tenido suerte a la hora de encontrar el amor. Amor por el que abandonó a su anterior pareja, Sara Glattstein, cuando quedó prendado de Ana.
Reacciones en plató
María Eugenia Yagüe no se ha cortado a la hora de comentar la separación, que ha calificado como "es más de lo mismo". Además, ha dejado claro que "hace mucho tiempo que no eran felices" y que "esta pareja no se la cree nadie. No se la ha creído nunca nadie". Y también ha criticado duramente el hecho de que el matrimonio tuviera una hija hace apenas un año. Según la colaboradora, "han cometido el error de tener una niña. Una niña es una bendición. Pero tener un hijo con un señor así, de setenta y pico de años, que es inestable, que es un desastre y que además es reacio al trabajo, es un error".
Unas declaraciones a las que Jaime Peñafiel, en tono jocoso, ha respondido diciendo que Carlos Larragañaga "es un truhán". Y cuando se le pregunta si tras la separación habrá una exclusiva en las revistas del corazón, él mantiene que sí. Algo que, teniendo en cuenta la trayectoria mediática del actor, resulta bastante creíble.