A.C.M., de 34 años, mataba presuntamente a su madre a cuchilladas. Después de decapitar el cadáver, el hombre envolvía la cabeza de su madre en la camiseta y, ensangrentado, salía a pasear con él por la plaza del pueblo.
Según algunos testigos, el presunto asesino besaba al miembro amputado al que decía que "le quería mucho". Además le espetaba: "ahora ya estás callada".
Los vecinos daban aviso a la Policía local del muncipio murciano de Santomera. Los agentes de la comisaría, ubicada en la misma plaza donde el hombre ensangrentado paseaba, le detían rápidamente. La cabeza de la mujer la encontraban en el interior de un bar.
La fallecida, de 57 años, regentaba un estanco en la localidad. Aunque todavía no se conocen las causas del suceso, se sabe que el detenido había sufrido varios episodios de esquizofrenia.